domingo, 5 de febrero de 2012

Miles de profesores se movilizan en la Ciudad de México

Miles de integrantes de la CNTE tomaron las calles de la ciudad de México para exigir la instalación de una mesa de negociación que establezca la cancelación de la Alianza por la Calidad Educativa. Foto: Yazmín Ortega Cortés


 La Jornada

Laura Poy Solano

Publicada el 4 de febrero en la versión impresa.

Miles de profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se movilizaron por segundo día consecutivo en la ciudad de México para exigir la instalación inmediata de una mesa nacional de negociación para cancelar la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), suspender la evaluación universal a los docentes y las reformas al programa de carrera magisterial, así como que se garanticen las plazas de base.

De acuerdo con la dirección política nacional de la CNTE, sólo en el Distrito Federal suspendieron actividades académicas 70 por ciento de las escuelas de enseñanza básica, por lo que más de un millón de alumnos no tuvieron clases en unos 2 mil centros escolares.

Los dirigentes magisteriales de Michoacán, Jorge Cázares; Oaxaca, Azael Santiago Chepi, y Distrito Federal, Francisco Bravo, quienes encabezaron la movilización, afirmaron que al menos 45 mil planteles educativos en 24 entidades del país paralizaron labores.

Sin embargo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) insistió en que en la capital sólo se sumaron a la movilización 7 por ciento de los profesores de prescolar, primaria y secundaria del turno matutino de 454 escuelas, en 214 de las cuales el paro fue total y en 240 parcial.

En un comunicado, apuntó que los maestros que no se presentaron a laborar fueron suplidos por personal de apoyo técnico-pedagógico adscrito a los centros de enseñanza.

Aseguró que la "enorme mayoría de planteles brindó el servicio educativo de manera regular". A los mentores que faltaron de forma injustificada a clases, indicó, "se les aplicará el descuento correspondiente".

Uno de los contingentes más numerosos de la movilización fue encabezado por profesores de las secciones 9 y 10 del Distrito Federal.

Según estimaciones de la CNTE, protestaron más de 10 mil docentes de esas secciones, quienes desde temprano se concentraron frente a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para realizar una clausura simbólica del inmueble.

Poco después de las 9:30 horas comenzó la marcha –en la cual participaron cerca de 35 mil profesores, de acuerdo con reportes del gobierno capitalino, y unos cien mil, según cifras de los organizadores–, la cual partió del Zócalo.

En la calle Tacuba los docentes se organizaron por entidad y región, para continuar por avenida Hidalgo y Paseo de la Reforma hasta llegar a la glorieta de Chivatito.

Las protestas –que duraron unas ocho horas debido a la negativa de autoridades federales a recibir una comisión de docentes en la residencia oficial de Los Pinos– ocasionaron caos vial por el cierre de Paseo de la Reforma, desde Chivatito hasta Circuito Interior y la Diana Cazadora.

Cerca de las 14 horas, ante la reiterada negativa de funcionarios federales a atender una comisión de docentes, lo que fue calificado por la dirigencia de la CNTE de "trato indigno" al magisterio, los contingentes se movilizaron hasta la fuente de Petróleos, la embajada de Estados Unidos y el Ángel de la Independencia, lo que ocasionó nuevos conflictos vehiculares.

El grupo de dirigentes magisteriales fue recibido a las 15:30 horas por Alejandro Rojas, titular de Atención Ciudadana de la Presidencia de la República, quien sólo les informó que la cita con el subsecretario de Gobernación Obdulio Ávila se realizaría a las 18 horas en la citada dependencia.

En el encuentro, el funcionario federal sólo se comprometió a instalar mesas de negociación con autoridades de la SEP y del Issste a partir de la próxima semana, con el fin de que los maestros puedan plantear sus demandas.

Contingentes encabezados por maestros de Michoacán, Oaxaca, Guerrero, estado de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Puebla, Morelos, San Luis Potosi, Zacatecas, Baja California Sur y Veracruz –quienes anoche mismo regresaron a sus entidades–, así como del Distrito Federal, continuaron hasta las 18 horas con bloqueos en Paseo de la Reforma, portando mantas con leyendas como: "Evaluación sí, inquisición no", "Gordillo, Ace... sina", "No al examen universal, basificación para todos", "No me importa mi descuento, quiero reconocimiento".

Un sector del contingente de maestros de la sección 9 marchó hasta las inmediaciones de Periférico para presionar por una solución a sus demandas, lo que ocasionó que miles de pasajeros del transporte público se vieran obligados a caminar desde la fuente de Petróleos al Metro Auditorio.

Los manifestantes concluyeron su movilización en el Ángel de la Independencia y la glorieta de Chivatito, donde acordaron discutir este sábado un nuevo plan de acción en el que se prevén otras movilizaciones.


Clausura simbólica de oficinas de la Secretaría de Educación Pública. Foto: Yazmín Ortega Cortés

                       La nueva primavera
                            magisterial.

                                                                                                    Luis Hernández Navarro


Publicado el: 4 de febrero de 2012


Aunque es aún invierno, los maestros democráticos viven una nueva primavera. Ayer, 3 de febrero, decenas de miles de ellos tomaron festivamente las calles de la ciudad de México y realizaron un paro de labores para exigir la derogación definitiva de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) y sus instrumentos: evaluación universal, prueba Enlace y carrera magisterial.

Se trata de una nueva primavera porque la actual jornada de lucha impulsada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) parece ser el inicio de una movilización nacional de largo aliento por la democratización del sindicato magisterial y en defensa de la educación pública, como no se ha visto en el país desde 1989.

La nueva etapa de lucha retoma la resistencia de años anteriores, profundizándola. En 2007 protestaron contra las reformas a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) que privatizó parcialmente la seguridad pública. Un año más tarde, estalló el descontento en Morelos y varios estados del país en contra de la ACE.

La manifestación de ayer recuerda las jornadas de lucha de febrero-julio de 1989, cuando los maestros democráticos acabaron con el cacicazgo de Carlos Jonguitud Barrios. La protesta de este viernes tuvo el mismo tono fresco, imaginativo, alegre, aguerrido de las protestas de hace 23 años. Una generación de profesores jóvenes, con pocos años de servicio, que ven amenazado su futuro profesional, ha tomado el relevo de la lucha sindical.

Desde un día antes se trasladaron a la ciudad de México unos 35 mil trabajadores de la educación de Oaxaca, la mitad de quienes trabajan en la entidad. Cerca de 8 mil lo hicieron en una caravana motorizada, en la que también participaron mentores de Chiapas, Puebla, Tlaxcala y Guerrero. Durante el recorrido difundieron y explicaron en las poblaciones a su paso las razones de su malestar.

Entre el magisterio de la capital del país, el descontento se extiende. En esta ocasión muchos más maestros suspendieron actividades de los que lo hicieron el pasado 18 de enero: pararon cerca de 80 por ciento de las escuelas primarias del Distrito Federal y más de 100 secundarias. La presencia de los mentores michoacanos fue muy numerosa: entre 10 y 12 mil. De Guerrero llegaron 5 mil profesores.

El tono general de la protesta fue de un gran encono hacia Elba Esther Gordillo, las autoridades educativas, Felipe Calderón y los organismos privados empeñados en denostar a la educación pública y al magisterio. Una y otra vez la multitud exigió no sólo la expulsión de Gordillo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), sino su encarcelamiento.

La creciente rabia de los maestros democráticos proviene de su convicción de que la obligación de someterse a evaluaciones de certificación implica la renuncia a derechos laborales adquiridos en materia de estabilidad, permanencia, preferencia y escalafón. Sostienen que es el camino para justificar su despido.

No es una sospecha infundada. Alonso Lujambio, titular de la SEP, advirtió el 19 de octubre de 2010: "un maestro de primaria o secundaria pública que de manera reiterada obtenga bajos niveles de desempeño, al medir el aprendizaje de sus alumnos y después de someterse a exámenes de actualización, será sancionado hasta con el despido".

El Acuerdo para la Evaluación Universal fue signado el 31 de mayo de 2011 entre Elba Esther Gordillo y Alonso Lujambio. Retoma una serie de "recomendaciones" que la OCDE hizo a México en materia educativa. En una de ellas se "sugiere" que "los profesores de enseñanza básica que tengan bajo desempeño de manera permanente sean excluidos del sistema educativo".

El acuerdo señala que los docentes se han evaluado "voluntariamente" por medio de la Carrera Magisterial y que no se cuenta "con un esquema universal que permita obtener diagnósticos de sus competencias profesionales y de su desempeño". Por ello –establece– se evaluará a la totalidad de los docentes frente a grupo, de manera obligatoria. El mecanismo para evaluarlos es un examen estandarizado diseñado por empresas que se dedican al negocio de la "evaluación educativa".

Los maestros democráticos afirman que no se oponen a la evaluación, pero que ésta debe ser formativa, integral y no punitiva. Objetan la medición del trabajo docente por medio de una prueba estandarizada que ignora las distintas realidades socioeconómicas del país y la experiencia de los maestros. Señalan, además, que la evaluación tiene que hacerse extensiva a Alonso Lujambio, Elba Esther Gordillo y Felipe Calderón.

Evidencia de la rebelión en curso es la negativa de los mentores a presentarse al examen que la SEP quiere hacerles el 23 y 24 de junio próximos. Miles de ellos decidieron que no asistirán en sus días libres a hacer una prueba. ¿Cómo le harán las autoridades educativas para forzarlos? Por lo pronto, casi 90 por ciento en el Distrito federal no llenaron las células de evaluación enviadas por la burocracia educativa. Simultáneamente, están buscando acordar con los padres de familia que sus alumnos no presenten la prueba Enlace.

La protesta magisterial se extiende en un momento muy delicado para Elba Esther Gordillo. Una espada de Damocles pende sobre su cabeza. El 16 de marzo se termina la toma de nota que el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA) le dio para estar al frente del SNTE, por lo que, a partir de esa fecha, su representatividad quedará en el aire y su comité en la ilegalidad. Para seguir en el cargo, tendrá que negociar con el gobierno federal en plena temporada electoral.

Una vez más, los maestros democráticos muestran su voluntad de renovar la enseñanza por medio de la movilización por sus derechos básicos, y de defender la educación pública a través de la lucha sindical. Su primavera en pleno invierno anuncia una temporada política con nuevas incertidumbr