¿QUIÉNES SON LOS PROMOTORES DE LA VIOLENCIA?
Las televisoras, medios informativos comerciales y las políticas antipopulares de los gobiernos neoliberales y aliados: ¡Responsables mayoritarios de la violencia en escuelas y sociedad mexicana!
Bullying es el acoso, hostigamiento, agresión escolar o cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares tanto en el aula, la escuela, la calle u otros sitios, como a través de las redes sociales (ciberacoso) que hoy afecta de alguna forma a más de 21 millones de estudiantes de todas las edades escolares de los 35 millones que actualmente están inscritos en el Sistema Educativo Nacional.
Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen, mayormente, ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.
Los factores determinantes del bullying son promovidos esencialmente desde los grupos de poder orientados en base a las políticas neoliberales.
Solamente revisemos algunos ejemplos precisos:
*Si las televisoras en nuestro país envían más de 250 mil escenas de violencia al año; y si mayormente los niños y adolescentes son los fieles receptores de este tipo de vilezas visuales y auditivas…
-¿Qué formación genera a la mayor parte de los alumnos ansiosos de poner en práctica lo percibido por las televisoras comerciales?
* Si el ambiente que promueve el gobierno neoliberal en lo político, económico, social y ecológico lo que genera es el incremento diario del grado de pobreza a los ciudadanos mexicanos…
*Si el sistema actual de gobierno neoliberal que padecemos en México, oficialmente ha reconocido –en voz del Secretario de Hacienda- la existencia de más de 62 millones de pobres con dificultades para la adquisición del sustento básico alimentario y de servicios…
*Si no es prioridad para el gobierno federal el favorecer a los trabajadores y al pueblo con las políticas socio-económicas y, por el contrario, las disminuye al mínimo…
*Si existen millones en desempleo, empleo informal y salarios precarizados, pero además, para perjuicio de quienes aún están en el empleo formal, el gobierno “legaliza” reformas para despojarlos de su fuente de ingreso familiar y saquear las riquezas de la nación…
*Si por las reformas depredadoras del gobierno sometido a las trasnacionales del dinero el costo de la vida para los mexicanos es cada día más caro…
*Si la desintegración familiar y la expulsión de mano de obra rebaza a la mitad de las familias mexicanas…
*Si por las corrompidas políticas sociales de los gobiernos en este tiempo de neoliberalismo rapaz el problema del hambre, la enfermedad y la desnutrición infantil y familiar toca niveles alarmantes…
-En estas crueles condiciones sociales:
¿Hacia dónde se dirige un niño o un joven?
La violencia es un mal que corroe los cimientos de nuestra sociedad; para abordar con rigurosidad este fenómeno es imprescindible, entre otras cosas, saber:
¿Cuánta violencia emiten los medios de comunicación masiva?
¿Cómo influye la violencia en los telespectadores?
¿Qué efectos puede provocar ver reiteradamente imágenes violentas?
¿Qué soluciones o recomendaciones puede haber a este grave problema para la salud familiar y, por lo tanto, social?
Y especialmente:
¿Cuáles son los efectos catastróficos para la nación y los ciudadanos mexicanos de las políticas diseñadas y aplicadas por los neoliberales?
Actualmente vivimos en una sociedad consumista, en donde los medios de comunicación devoran la actualidad y la desechan; la información pierde la posibilidad de formación y se convierte en una noticia que envejece rápido.
Estamos saturados de información falseada, y desprovistos de conocimientos formativos. Sin embargo, el poder de socialización de los medios es inconmensurable, sobre todo de la televisión comercial que tiene un efecto demoledor y sutil, puesto que moldea día a día nuestras creencias y actitudes y no cesa en su pretensión de hacernos a imagen consumista y semejanza sumisa.
En estas circunstancias, ya nadie pone en duda de que la televisión es la principal fuente de socialización, aunque más que socializar y humanizar desinforma y deshumaniza.
Cuando se lee poco o nada, se reflexiona poco o nada.
Cuando se lee poco y se escribe menos, se reflexiona escasamente.
Por eso en la “cultura” televisiva la violencia constituye la regla, no la excepción; la televisión transmite e idealiza la supervivencia y la admiración al más fuerte, al depredador y, por lo tanto, el rechazo al débil y a aprender a ser sometido, domesticado.
El Sistema Político que padecemos, a través de sus medios informativos a modo, frecuentemente culpa a los padres de familia y a los maestros de la violencia en las escuelas pero, observe usted:
Un niño ve semanalmente en la TV comercial, un promedio de 770 asesinatos, 47 torturas, 28 secuestros y a diversidad de niños, adolescentes y/o ciudadanos expuestos a la violencia en algún grado o extrema. Grave también, es el hecho de la violencia implícita en los dibujos animados.
En estos casos las estadísticas existentes son alarmantes, puesto que el peligro a que se expone permanentemente a los niños, jóvenes e incluso adultos para que imiten lo que los medios de comunicación masiva comercial muestran en sus imágenes, notas y voces, sobre todo, si se presentan como algo deseoso y de lo que se obtienen beneficios y placeres.
Hoy la televisión nos muestra en directo guerras, catástrofes y todo tipo de atrocidades.
No hay método para dañar, matar o humillar que no sea expuesto, a la vez que nos insisten anunciando que consumamos permanentemente sus productos y “alimentos” chatarra. Absorbemos una violencia que parece simulada; vemos, escuchamos y leemos noticias de violencia con tal normalidad que lo hacemos mientras comemos con la familia o en momentos de esparcimiento. Parece como si nos resultara necesario devorar desastres y sufrimientos.
Hemos presenciado guerras reales televisadas en directo, donde el horror y el dolor se han transformado en un juego, donde el espectador pasivo vibra como si de un deporte se tratara, ante la estela de un misil que impacta sobre una ciudad.
A la violencia, el sistema la conceptualiza como un fin…
Los niños tienen un fuerte grado de mimetismo y la televisión presenta la violencia como natural y cotidiana; esto quiere decir que tácita y conscientemente los acerca a un modelo de sociedad donde la vida del otro tiene escaso valor.
A escala internacional puede aseverarse, sin exageración, que más de la mitad de los programas de la televisión contienen algún tipo de violencia. Normalmente se trata de violencia física, pues es la más gráfica y fácil de representar.
De poco tiempo a la fecha, gran parte del contenido violento está en programas de noticias o de reportajes en horas pico, algunos de los cuales, precisamente tienen como tema principal la exposición de hechos dominados por acciones agresivas.
Actualmente, sobrepasamos la media poblacional de ver la televisión; se ha perdido la vivencia de la calle, el barrio urbano y el rural en los campos mexicanos en donde los niños crecían educados y cuidados por todos; hoy los medios informativos y las políticas neoliberales promueven un mayor individualismo que se puede considerar como antisocial, donde hay poca comunicación familiar y en donde surge la televisión como “niñera educativa”.
En definitiva, últimamente de la televisión podemos extrapolar que el motor de todo es el dinero, el egoísmo, la satisfacción individual y el sometimiento y resignación colectivos.
Por eso ratificamos firmemente: ¡Televisoras comerciales y gobiernos neoliberales, son mayoritariamente los responsables de la violencia en las escuelas y en la sociedad mexicana!
México, DF, a 31 de mayo de 2014.
FRATERNALMENTE: CEND del SNTE
PROFESOR ARTEMIO ORTIZ HURTADO
SECRETARIO GENERAL
artemiomichh@gmail.com
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