Miguel Guerra
Ante el colapso del Centro Escolar de Izúcar de Matamoros y de cientos de escuelas en Puebla y en el país surgen interrogantes: ¿qué hacen las compañeras maestras y los miles de niños que no tienen clases? ¿Qué respuesta damos a los padres de familia que quieren sus escuelas, que defienden las viejas estructuras y que se niegan al reacomodo de sus hijos en lugares lejanos y extraños? Cuándo tendremos la cotidianidad de la vida escolar ,de la actividad académica, de los deportes, los juegos, la cultura etc? Dice la SEP que se reanudarán las clases en cuanto las escuelas tengan el respectivo dictamen de que no hay riesgos estructurales
El riesgo estructural para la educación no son solo los muros y techos que en Puebla son centenarios como lo que fue la Normal, la Leona Vicario, el Centro Escolar Lázaro Cárdenas de Izúcar, la Defensores de la República ,por mencionar solo algunos edificios muy grandes y muy conocidos. El verdadero riesgo estructural que no todos ven es la reforma educativa que ha pretendido el gobierno Federal con los gastados términos de calidad educativa, excelencia profesional, competencias profesionales, escuelas al cien y toda la propaganda oficial que ahora, ante un escenario de catástrofe pasan a ser solo terminología académica y política .Lo que se vive en las escuelas, también en hospitales como San Alejandro en Puebla y las mismas iglesias sin hablar de las viviendas que se han venido abajo, es algo más que poses y freses televisivas de un secretario recorriendo escuelas con maestras y niños bien entrenados para repetir frases ajenas al contexto real y dramático de las escuelas del país .El contraste entre esas imágenes de set televisivo y la realidad de las viejas escuelas que están en grave riesgo de derrumbe y otras que reclaman nuevos techos, pisos, ventanas, sanitarios, etc.es hoy es innegable .
Ante el sismo y la emergencia por levantar nuestras paredes, nuestras escuelas, hospitales, viviendas, carreteras y edificios públicos nos parece que no insistirá Nuño en sus ataques a los maestros para obligarlos a presentar la evaluación de desempeño para la permanencia, que es una verdadera guillotina contra los derechos laborales y un abierto despojo del presupuesto educativo, despido de maestros, negocios en el ramo educativo etc. todo ello en programas como Escuelas al Cien, que en realidad es la vía para hipotecar los edificios a los empresarios de la educación.
La reforma educativa se halla ahora verdaderamente empantanada y no porque los maestros se nieguen a la evaluación.Mil problemas reclaman atención prioritaria: reconstruir muros y techos, levantar nuevas aulas ,laboratorios, pisos, equipos, etc., además de destinar màs presupuesto para las normales y nuevas instituciones formadoras de docentes.
Los maestros se ocupan ahora en las tareas de salvamento y ayuda y en unos días más reanudaran su lucha contra la reforma educativa porque es parte de las otras más grandes luchas de estos lustros: el voto por voto en 2006,la oposición a la privatización petrolera en 2008,el Soy 132,la reforma energética y las reformas del Pacto por México en 2013,la solidaridad con los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, el gasolinazo en 2107 y lo que venga para el 2018.
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