martes, 6 de abril de 2010

MAESTROS

Aversión sistemática

GUSTAVO SANTIN

Publicado en La Jornada de Oriente,5 de abril de 2010

El Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP) manifiesta una aversión sistemática a la aplicación de la Evaluación Nacional para el Logro Académico (ENLACE 2010) y sin embargo los maestros democráticos no los únicos que externan rechazo e inconformidad con la evaluación que promoviera Fernando Santibáñez Remellón, ex director de Planeación y Evaluación de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Previamente la Universidad Nacional Autónoma (UNAM) y el gobierno de la ciudad de México habían señalado ya que por múltiples razones no aplicarían la evaluación y de hecho no la habrían realizado en anterior.

Entre los argumentos vertidos por el CMDP resaltan los relativos a la formación antecedente de las y los alumnos, los vinculados con el medio inequitativo en el que se desenvuelven (zonas rurales, urbanas y semiurbanas), la carencia de infraestructura adecuada (Arturo Alfaro, La Jornada de Oriente 23–03–2010), en tanto que para Arturo Vega, director académico del Instituto de Educación Media del Distrito Federal la aplicación “no es compatible con el modelo de evaluación de aprendizaje local, por lo que los resultados no reflejarían el nivel de los estudiantes”, en tanto que Axel Didriksson Takayanagui, ex secretario de Educación del gobierno de la ciudad de México, criticaría en su momento que los inquéritos de la prueba ENLACE sean de tipo memorístico, estuviese elaborado con preguntas confusas “que en nada ayudan a los estudiantes”.

Ciertas son las críticas y tienen gran dosis razón. Verdad es la que la educación antecedente de alumnas y alumnos posee graves deficiencias y más si se toma en cuenta un exiguo proceso de formación de maestras y maestros en las escuelas normales y aunadas a ello, la falta de un proceso de actualización del magisterio con características de pertinencia, universalidad y con carácter de obligatorio. También son veraces las críticas vertidas en cuanto al medio en el que se desarrollan niñas y niños, cierto es que la ubicación del plantel (urbano, urbano marginal o rural), influye en los resultados y más cuando se trata de un instrumento estandarizado, si consideramos que: en muchas por su contexto, niñas y niños asisten a clase sin probar bocado alguno, que en incontables ocasiones no van a la escuela por estar incorporados a tareas económicas para ayudar al sostén de la casa y/o, viven situaciones de abandono y penuria por estar dedicados madres y padres a actividades más importantes como sobrevivir y aunado a ello, fundamentalmente en escuelas rurales, alejadas de los grandes centros de población, los y las docentes asisten con cuando mucho tres días por semana, se ausentan todavía en los lugares en los que no se paga con tarjeta, dos días por quincena para ir a cobrar, o más aún, cuando por ubicación diferenciada no de organización completa y deben ser atendidos por promotores o por maestros y maestras multigrado.

Pero si la ubicación del plantel y si contexto influyen en la determinación de la calidad y la cantidad con la que se proporciona el proceso educativo escolar, las condiciones materiales, la infraestructura con las que laboran los y las docentes deja de ser un pretexto para adquirir una connotación determinante en la transmisión de saberes y en el desarrollo de competencias en un mundo tecnificado; escuelas sin edificio adecuado, sin sanitarios decorosos, sin luz eléctrica, con equipo de cómputo pero sin luz y sin enlaces a internet, sin docentes que posean las competencias necesarias para transmitir a alumnas y alumnos los conocimientos que se requieren para vivir en una sociedad del conocimiento.

Que no mida lo que debe medir de acuerdo a una propuesta docente y académica del gobierno del Distrito Federal o bien pudiese ser un gran pretexto que evitara comparaciones desagradables o bien fuese una llamada de atención para que las autoridades educativas centrales revisaran la pertinencia de la aplicación de un instrumento, facultad normativa de la Secretaría de Educación Pública (federal) y obligación operativa de las dependencias educativas locales y/o municipales incluida la totalidad de sus trabajadores y trabajadoras, al que debe dársele el crédito de fomentar la cultura de la evaluación del quehacer cotidiano de maestras y maestros, de la propia dependencia y de la sociedad en su conjunto.

Que la prueba ENLACE sea de carácter memorístico, no acorde con la metodología de evaluaciones internacionales como El Programa para la Evaluación de Estudiantes (PISA) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) la elaboración de los instrumentos de evaluación se integre con preguntas confusas que no le sirven a los estudiantes, es una llamada de atención para que en ejercicio de sus competencias la SEP tome en consideración, lo mismo que las críticas de maestras y maestros en servicio, las vertidas por quienes dedican su labor a estos menesteres.

Muchas de las críticas, si no es que todas, de las y los docentes, de los y las intelectuales es compartida por autoridades educativas de muy alto nivel en las entidades de la República y han sido planteadas con claridad a Alonso Lujambio Irazábal, encargado del despacho educativo federal y presunto precandidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la primera magistratura de la nación.