miércoles, 13 de mayo de 2020

Regreso a clases



Luis Hernández Navarro

Publicado en La Jornada.  Martes 12 de mayo de 2020

Gustavo de Hoyos es uno de los críticos más beligerantes de la derecha patronal en contra de Andrés Manuel López Obrador. “Estamos –dijo– ante un gobierno altamente destructivo de la inversión en el país”. El mandatario le respondió describiéndolo, no sin razón, como "politiquero disfrazado de empresario" y “traficante de influencias.

"Está bien que tenga aspiraciones, pero que no use su representación, porque además afecta a los empresarios", le reviró el Presidente de la República en una mañanera al dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

A pesar de ello, el secretario de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma, se reunió virtualmente con la Comisión de Educación de la Coparmex, para explicarle lo que el gobierno está haciendo en el terreno de la enseñanza ante la pandemia.

En plena línea de continuidad con las prácticas de Aurelio Nuño en el sexenio pasado, Moctezuma anunció a los tiburones empresariales que, una vez que se regrese a clases, la SEP aplicará una evaluación diagnóstica para valorar los conocimientos que los alumnos adquirieron con el programa Aprende en Casa.

Satisfecho, Gustavo de Hoyos respondió con un mensaje en su cuenta de Twitter en el que informó sobre la presencia del secretario Moctezuma en su reunión y reconoció al gobierno federal por mantener el servicio educativo en la contingencia sanitaria, a través de programas como Aprende en Casa.

La presencia del secretario en el acto del sindicato patronal es muestra del enorme despiste y la interminable serie de pifias de la SEP para enfrentar la problemática del coronavirus. Aunque, según el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, el gobierno federal se preparó desde el 3 de enero para enfrentar la crisis, las autoridades educativas ni anticiparon ni elaboraron una estrategia para sortear el reto. De manera que, muchas de sus acciones –como ir a rendir cuentas a la Coparmex– han sido, por decir lo menos, fallidas.

El pasado 30 de abril, por ejemplo, fecha en que se celebra el Día del Niño, una actividad tradicionalmente organizada por la SEP, la ceremonia oficial corrió, en los hechos, a cargo del doctor López-Gatell. El evento puso en el centro las preocupaciones de niños y jóvenes ante la pandemia.

En contraste, en lugar de invitar a los niños a celebrar la efeméride a partir de la vida misma, las autoridades educativas mantuvieron la educación a distancia con un plan de estudios que nada tiene que ver con las angustias y los intereses de los estudiantes en este momento, y siguieron exigiendo a maestros enviar diariamente a sus jefes videos, fotografías, listas de asistencia, evidencias y reportes insensatos.

Evaluar los conocimientos que los alumnos han adquirido por medio de Aprende en Casa –como anunció el secretario Moctezuma a la Coparmex– es un absurdo. Porque, a pesar de lo que asegura la SEP en su boletín 114, el plan es un fracaso. No se puede exportar la educación de las aulas a los hogares. Son espacios distintos. Los padres de familia no son profesores. Hay, además, una enorme cantidad de estudiantes que no tiene acceso ni a las herramientas tecnológicas ni a la televisión para seguir los cursos. Peor aún, los contenidos que se trasmiten a través del televisor aportan muy poco a la comprensión de lo que los alumnos están viviendo.



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