viernes, 2 de enero de 2009

Prevalece en el estado de Puebla el conflicto magisterial tras casi 100 días de protestas


Más de 30 mil maestros disidentes marcharon de distinos puntos de la ciudad para exigir solución una a sus demandas en contra de la ACE, de los líderes sindicales y de la dirigente Elba Esther Gordillo n Foto José Castañares / Archivo de La Jorada de Oriente

MÓNICA CAMACHO

Denuncias penales contra maestros del estado por asociación delictuosa, daño en propiedad ajena y allanamiento de morada; instalaciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) convertidas en campamento de manifestantes, y la designación de líderes alternos a los dirigentes oficiales son el saldo del movimiento magisterial que prevalece en Puebla tras casi 100 días de protestas.

Ante ese panorama, el secretario reconocido de la sección 51 del SNTE, Cirilo Salas Hernández, urgió a las autoridades locales a hacer valer el Estado de Derecho, pues de lo contrario la inconformidad podría derivar en un conflicto social que desestabilizaría a la entidad.

El pasado 17 de diciembre, los opositores del sindicato nacional de maestros dieron un giro a la estrategia que aplican para conseguir la atención de las autoridades.

Por primera vez recurrieron a la toma de casetas de peaje, modelo aplicado en Morelos y estado de México que los educadores poblanos pretenden repetir durante el periodo vacacional hasta que el gobierno de Mario Marín Torres reconozca a los secretarios democráticos electos el 5 de diciembre anterior.

Los integrantes de la base tomaron la decisión de radicalizar las manifestaciones luego de que el mandatario poblano se negó a recibir una comisión de maestros tras una marcha en la ciudad de Puebla. La acción no contó con el visto bueno de los dirigentes democráticos del movimiento, quienes incluso hicieron un llamado a la prudencia que no tuvo efecto.

Al respecto, Cirilo Salas comentó que “la toma de casetas es algo muy grave; es el producto de la desesperación que tienen los maestros y de la ambición de poder. Hace falta que las autoridades cumplan con lo que les corresponde y apliquen la ley”.

Los funcionarios locales, dirigentes nacionales y estatales del SNTE, así como especialistas en educación, no se aventuran a poner fecha a la conclusión del movimiento, mientras que los dirigentes de la fracción disidente del magisterio advirtieron que continuarán la lucha hasta conseguir el reconocimiento de las autoridades estatales y federales.

A continuación se presenta un recuento del movimiento magisterial, desde su origen en septiembre pasado hasta la cuarta megamarcha, realizada por los simpatizantes del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP) el pasado 17 de diciembre.

Los orígenes

El conflicto magisterial estalló en Puebla el pasado 23 de septiembre con una megamarcha en la que participaron más de 10 mil docentes de las regiones de Huauchinango, Teziutlán, Izúcar de Matamoros y Puebla, quienes suspendieron clases y paralizaron durante casi tres horas las principales calles del Centro Histórico de la ciudad para exigir una demanda que en ese momento resultaba desconocida: la cancelación de la Alianza por la Calidad Educativa (ACE), acuerdo firmado a nivel nacional el pasado 15 de mayo y ratificado en Puebla dos meses después.

El movimiento se denominó Consejo Magisterial de Lucha, que semanas después cambiaría el nombre a Consejo Democrático Magisterial Poblano.

La repulsión hacia la ACE surgió no sólo porque el programa fue diseñado sin la intervención de los integrantes de la base, sino porque además determina que los incentivos económicos y el crecimiento profesional de los docentes, así como los apoyos para equipamiento e infraestructura de las escuelas, dependerán del aprovechamiento de los estudiantes, el cual será medido a través de una prueba que no considera la situación económica y social de los evaluados.

El 24 de septiembre, un día después de la primera marcha, Ochoa Guzmán visitó la entidad para denunciar que el PRI se encontraba detrás de las protestas, lo cual fue negado por las autoridades estatales y representantes del tricolor.

A la movilización del 23 de septiembre le sucedió un paro activo de labores de 72 horas que terminó con la posesión momentánea de las Coordinaciones Regionales de Desarrollo Educativo de Huauchinango, Teziutlán e Izúcar de Matamoros.

La segunda protesta aconteció el 16 de octubre y rebasó a la primera en participación, pues cerca de 20 mil profesores marcharon por la ciudad y realizaron un plantón en las instalaciones de las secciones 23 y 51 del SNTE que concluyó con la toma de la sección 23 del SNTE, ubicada en la colonia Gonzalo Bautista al norte de la ciudad.

La sección 51 no resistió por mucho tiempo; el 21 de octubre los disidentes se apoderaron de las oficinas, localizadas en la colonia El Cerrito, por lo que el dirigente de la sección, Cirilo Salas, denunció penalmente a los docentes por usurpar las instalaciones de la organización gremial.

A la par, docenas de operadores del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE comenzaron a ofrecer créditos, dinero, viviendas, plazas, aumento de horas clase y préstamos complementarios para concluir la inconformidad en los encuentros privados que sostuvieron con los disidentes.

Sin embargo, las denuncias penales interpuestas en contra de los integrantes del CDMP provocaron que los dirigentes iniciaran el proceso para la destitución de Salas y el dirigente de la sección 23, Eric Lara Martínez.

A raíz de eso, el 23 de octubre pasado el dirigente nacional del SNTE, Rafael Ochoa Guzmán, se instaló en la capital del estado para atender el conflicto personalmente a través de mesas de trabajo en las que participan docentes, directores y supervisores, a quienes intentaron convencer de las bondades de la alianza.

De poco sirvió la intervención de los líderes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del sindicato, pues el 18 de noviembre la fracción opositora del magisterio convocó a la tercera megamarcha en la que participaron cerca de 30 mil docentes de las 19 regiones del estado.

El 21 de noviembre, Mario Marín sostuvo el primer encuentro con los dirigentes del CDMP, en el cual se comprometió a presentar ante la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) las razones por las que los profesores disidentes se niegan a aceptar la aplicación de la ACE con la finalidad de solicitar una revisión a su contenido.

La estructura alterna al SNTE

El pasado 5 de diciembre, los integrantes del CDMP organizaron un congreso seccional de bases en el municipio de Teziutlán para destituir a Salas y Lara. En el mismo acto, los disidentes integraron los comités seccionales democráticos de la 23 y 51, los cuales quedaron al mando de Gilberto Maldonado Maldonado y Juan Durán Martínez, respectivamente.

De acuerdo con el secretario general del Comité Ejecutivo Nacional Democrático del SNTE, Sergio Espinal García –sustituto de Rafael Ochoa Guzmán para los mentores inconformes–, Puebla se convirtió en la octava entidad federativa del país que designó líderes alternos a la estructura oficial del gremio, después de Michoacán, Tlaxcala, Baja California Sur, Morelos, Oaxaca, Zacatecas y la ciudad de México, de acuerdo

Al tomar protesta del cargo, los nuevos líderes alternos anunciaron que lucharán a través de dos frentes para conseguir el reconocimiento de las autoridades: por una parte iniciarían un procedimiento jurídico ante los tribunales para obtener la toma de nota e intensificarían las movilizaciones en el estado y los encuentros con la base con el fin de obtener mayor respaldo.

Maldonado y Durán solicitaron el 8 de diciembre un encuentro con el gobernador, donde pretendían conseguir el reconocimiento de la administración estatal; sin embargo, nunca se autorizó la segunda audiencia.

Para presionar a las autoridades, los maestros convocaron a la cuarta marcha del movimiento, la cual no tuvo la participación esperada, ya que sólo congregó a 5 mil docentes.

Funcionarios de segundo nivel de la Secretaría de Gobernación anunciaron que el titular del Poder Ejecutivo reanudaría las mesas de diálogo hasta el 8 de enero, por lo que cerca de 600 docentes tomaron las casetas de peaje de Atlixco y Amozoc, donde permitieron el paso gratuito a los automovilistas durante 10 minutos.

Los integrantes de la base señalaron que continuarán con las medidas de presión en este periodo vacacional para obligar a las autoridades estatales a reconocer a los líderes alternos sindicato.