viernes, 10 de abril de 2009

¡ A TOMAR LAS ESCUELAS !

“Yo soy solamente si tu también eres”
Desmond Tutu
Obispo Anglicano Sudafricano

Si , a tomar las escuelas, porque nos da rabia que estén como están.
Porque la mejora de la educación no puede venir de las decisiones cupulares, nacionales o internacionales.
La nueva escuela, la nueva educación, debe surgir de cada maestro, de cada escuela, de cada región, de cada Estado.
Por eso hay que tomar las escuelas, para recuperar el rumbo de la escuela mexicana después de la revolución, y es eso precisamente lo que nos dicen los padres de familia, los alumnos y decimos los maestros:

Alumnos:

“Una escuela que te enseñe a sentirte orgulloso como eres”
“En la que puedas crear y proponer cosas nuevas”
“Si, propongo actividades que ayudan a mis compañeros a aprender cada día más”
“Una escuela en la que si respetan mis derechos y mis costumbres”
Padres de familia:

“Una educación que proporcione a los hijos e hijas habilidades para ser independientes en sus ideas.”
“Debe ser útil.”
“Que eduque en los valores.”
“Que sirva para aprender para la vida.”
“Que vuelva a los alumnos reflexivos y emprendedores.”
“Que los enseñen a no callar, a defender sus derechos”
“Que los enseñen a hacer cosas, a producir para mejorar a la familia y la comunidad”
Maestros:

“Mejorar las características del medio ambiente tomando en cuenta sus necesidades, respetando la diversidad cultural como patrimonio de la nación, ya que la educación no es solo el conocimiento de asignaturas, junto a él van de la mano los valores humanos, para concebirla como una educación integral”
“Es importante que los contenidos curriculares estén encaminados a resolver las necesidades de los alumnos y de sus comunidades, por ello debemos educar para la vida y para e progreso de su entorno” (*)

(*) Nota: Tomado de la consulta "La Escuela que Queremos"


Esta es la escuela que quieren y queremos:
La escuela donde las manos tocan, crean, producen y gozan
La escuela donde se descubre y se debate.
La escuela de la mano levantada para preguntar, refutar o proponer.
La escuela de la novedad, del descubrimiento y del asombro
La de la apropiación de la palabra
La escuela del disfrute de enseñar y el goce de aprender.
La escuela de la transgresión y de la autonomía.
De la solidaridad y del respeto.
La escuela donde se trabaja en equipo
La escuela donde la mujeres tienen los mismos derechos que los hombres
La escuela donde se ama a la tierra y se la cuida
La escuela que respeta, valora y promueve las culturas originarias
La escuela de la corporalidad, de la interioridad, de la conciencia, de la comunidad.
La escuela donde se ama la vida y se acrecienta
La escuela formadora de sujetos

Esta es la escuela que queremos, esta es la escuela que hay que construir, cuando nuestra escuela sea así, entonces habremos tomado nuestra escuela.
Esa es la escuela que el pueblo necesita, que México requiere.
Esta escuela se construye con sueños, con ganas, con …esfuerzos.
Esta es la escuela que le puede dar sentido a nuestra vida.
La escuela de la digna rabia.
La escuela transgresora.

Esta escuela no puede ser soñada ni creada desde fuera, por organismos internacionales, ni por burocracias nacionales, ni por ansiosas y ansiosos de poder y de riqueza, porque esta escuela contradice y se opone a mezquinas ambiciones.

Los poderosos hace tiempo que dejaron de soñar, el poder cancela los sueños, solo tienen imágenes precisas de fuerza, de riqueza, de objetos a alcanzar, del camino a seguir, pisoteando a quien sea con tal de lograrlo.


Esta escuela tiene que ser creada desde dentro, por maestras ymaestros, por alumnas y alumnos, madres y padres, los que no han perdido la capacidad de soñar, los que tienen viva, la esperanza, encendido el corazón.


Esta escuela solo puede ser construida por las maestras y maestros de la digna rabia, los que perdieron el miedo de gritar, de trasgredir, de brincar la “normatividad” porque “la norma es para el hombre, no el hombre para la norma”, transgredir para alcanzar al niño o a la niña y responder a sus necesidades, para abrirles caminos:


"Y abrir caminos es la acción más humana entre todas; lo propio del hombre, algo así como poner en ejercicio su ser y al par manifestarlo, pues el propio hombre es camino él mismo"

"Descubrir un camino, abrirlo, trazarlo, es la acción más humana porque es al mismo tiempo acción y conocimiento: decisión y una fe que regula la esperanza en forma tal de convertirla en voluntad." (María Zambrano)

Esta escuela solo puede ser construida por maestras y maestros que no han perdido la rabia ni la esperanza porque la esperanza es la afirmación de que el mundo está sin concluir, que sigue haciéndose, que está abierto, es:
“la certeza como individuo o como colectivo de que hay una posibilidad objetivamente real en él, y que no se halla simplemente determinado por la necesidad ni sometido a ningún determinismo mecánico" (Ernest Bloch)

Estamos rodeados de posibilidades, no solamente de cosas que existen, tenemos que mirar el mundo como tarea, como algo inacabado, hay muchas cosas que están por hacerse. La esperanza es aceptar la realidad pero sabiendo que no se muestra por entero, que hay que partir siempre a su encuentro; la esperanza es el fuego, la pasión, el anhelo, el querer hacer, la esperanza es la acción creadora que hace surgir la realidad aún no existente, la acción que pasa del sueño al proyecto. La nueva escuela, la que queremos es hija de esta esperanza, aun no existe del todo pero ya está en germen en el corazón de todos los maestros y maestras de la digna rabia, los que han salido a marchar, a gritar y han regresado a sus escuelas con nuevo aliento a retomar lo empezado, a rectificar lo erróneo, a mejorar la acertado, a convocar a padres de familia, a escuchar a las alumnas y alumnos.

Porque sólo esta escuela puede formar sujetos y “yo seré sujeto, solamente si mis alumnas y alumnos son sujetos”.

Desde aquí invitamos a todos a recuperar los sueños:

A ud. Sr. Gobernador a soñar en una Puebla digna, en instituciones trasparentes, en funcionarios honestos, en poblanos felices, en comunidades indígenas atendidas, no discriminadas, a soñar en que los niños y las niñas sueñan… como usted soñó de niño.

A Darío a soñar en una Secretaría donde están los más capaces, dónde sólo se preocupan por los niños y las niñas, sueña en que todas las escuelas tienen la infraestructura necesaria, sueña en que marchas al lado de los maestros buscando la educación que el Estado necesita…sueña en los sueños de los maestros y maestras y sueña en el sueño de los niños. Sueña en que ves a los maestros de frente y sin vergüenza.

Al secretario de gobernación: no sueñe en ver a 80 maestros presos, eso es pesadilla, sueñe en ver a los maestros felices, porque han conquistado sus derechos, porque son respetados, sueñe en los maestros luchando por lo que es bueno para Puebla… sueñe en una Puebla en paz.

A todos los funcionarios de la SEP: Subsecretarios, Directores, Jefes de Sector, Supervisores: a soñar en que somos compañeros, que estamos comprometidos en la misma tarea, una educación mejor para el Estado.

Pero por favor no sueñen en castigos, descuentos, oficios, actas, esas también son pesadillas.
Hay un momento en nuestra vida, que tarde o temprano llega, frente a nuestra propia fragilidad, frente al dolor, la pérdida de personas, de la salud o de bienes o por cualquier otra circunstancia, en el que tenemos que quitarnos las caretas de funcionarios, gobernantes, profesionistas o alguna otra careta y preguntarnos seriamente:

“¿Quien soy yo?
¿Qué sueños me mueven?
¿Qué ángeles me habitan?
¿Qué demonios me atormentan?
¿Cuál es mi lugar en el designio del misterio?
En la medida que intentamos, con temor y temblor, responder
A estas preguntas, sale a la luz la verdadera persona, el verdader sujeto.”
Leonardo Boff.

Ese sujeto es el que debemos ayudar a que se construya.

La esperanza es creer que las cosas pueden ser mejores, que puede construirse un mundo mejor y a nosotros nos toca esa tarea.

Gabriel Salom
Tepexoxuca , jueves 9 de abril de 2009

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LA EDUCACION PUBLICA
EN LOS LINDEROS BUROCRATICOS



Luis Hernández Montalvo.


La reciente renuncia de la señora Josefina Vázquez Mota, como Secretaria de Educación Pública, sólo hace más evidente la ruptura entre la dependencia que le tocó dirigir en un periodo relativamente corto, de apenas dos años, y su relación con la Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.


Las constantes descalificaciones de la profesora Elba Esther Gordillo, la imposición de una parte importante de funcionarios como colaboradores, entre los que destaca el señor Fernando González, como Sub Secretario de Educación Básica y yerno de la profesora, su desconocimiento de la Educación Pública y sus fobias ideológicas conservadoras, fueron algunos de los elementos que pusieron fin a su carrera al frente de una responsabilidad que tiene relación con la educación de las nuevas generaciones de mexicanos y con la vida cultural del país.

Por otro lado, la relación política directa de la Presidenta del Sindicato con el Presidente de la República contribuyeron a su anulación, silenciamiento y a su renuncia final, para ir a buscar una candidatura a una diputación federal en el Partido Acción Nacional.

Su incompetencia al frente de la SEP, su falta de tacto para enfrentar exitosamente a la profesora Elba Esther, no solamente fueron factores que la aislaron en la propia Secretaría de Educación Pública, sino también en amplios sectores del magisterio de Educación Básica, al no saber responder a sus inquietudes y cuestionamientos de manera inteligente, incluso como recurso político para crear contrapesos con el Sindicato.

Doña Josefina muy pronto entendió que no es lo mismo dirigir campañas difamatorias en los medios electrónicos contra un candidato presidencial honesto y con capacidad de liderazgo a dirigir una responsabilidad que tiene que ver con la inteligencia nacional y con el conocimiento, única fuente de trabajo y riqueza.

El nombre de la señora Josefina forma parte de la lista de Secretarios de Educación, que en los últimos treinta años solo saquearon los recursos públicos en beneficio personal. Tres décadas de ensayar sobre el futuro de la nación, de descuido y desprecio por la Educación Pública, de crecimiento burocrático en grado superlativo y solo el cierre de los centros de investigación educativa de los años setenta, pueden explicar la ausencia de diagnósticos que se acerquen a nuestra realidad educativa, a nuestros rezagos y a nuestro potencial institucional para transformarnos exitosamente en “sociedad del conocimiento”.

La Secretaria se ha quitado una responsabilidad y un gran peso, y queda el compromiso de enviar a miles de profesores a los Estados Unidos de Norteamérica para especializarse en la lengua inglesa y todavía sin diagnósticos y sin saber qué es lo que se quiere, se implementan Programas estatales de inglés, en la más completa improvisación y desparpajo.

Y mientras el gobierno juega con la Educación Pública, se profundiza la crisis, los conflictos entre profesores serán cada vez más intensos y el grado de competitividad registrado en las estadísticas, con relación a otros países, cae aceleradamente en el caño del desagüe cada año que transcurre.

Desearíamos que el gobierno federal colocara al frente de la dependencia a un educador, a un hombre o mujer sensibles, que le apueste más al magisterio, al diálogo con los trabajadores y no con quienes usurpan su representación de manera corporativa y antidemocrática, con los centros de investigación sobrevivientes en el país, antes de hacerlo con las estructuras burocráticas que ya no garantizan el control de los trabajadores para legitimar políticas y para simular consensos, para justificar desaciertos y fracasos, la Educación Pública debe reconstruirse desde la base, desde el espíritu de los hombres y mujeres que de manera permanente están frente a los problemas del aula y de la escuela.


Tal vez pedimos demasiado a un gobierno que proviene de un partido ayuno de cuadros para dirigir las instituciones de la República. El Partido Acción Nacional es un partido extraviado en su propia historia, confuso y contradictorio, sin posibilidades para construir la Patria ordenada y generosa que nos prometieron sus fundadores. Sus campañas electorales están cargadas de odio a falta de propuesta, por eso les es útil la señora Josefina Vázquez Mota.


No queremos políticos, como el señor Alonso Lujambio, que desconoce el ramo educativo, que nunca ha estado en una escuela Pública, que seguramente envía a sus hijos a escuelas privadas y confesionales, no queremos más experimentos y nuevos errores, estamos artos de discursos plagados de lugares comunes, hechos con frases lapidarias como la carta de renuncia que leyera la señora Josefina Vázquez. El fracaso está no en las aulas, sino en la política educativa impuesta e inconsulta a los trabajadores de la educación.

El señor Alonso Lujambio dice que viene a la SEP a consolidar la Alianza por la Calidad Educativa y supone que con expresiones zalameras a la profesora Elba Esther, la podrá engañar, el niño y aprendiz, pretende enseñarle el abecedario a la maestra, como su antecesora, niega al magisterio, que reclama transparencia en el manejo de los cuantiosos y millonarios recursos que ingresan al SNTE por concepto de cuotas sindicales, negocios, adquisiciones, inversiones y manejo adicional de dinero por concepto de programas especiales y fideicomisos, venta de plazas y tráfico de influencias.

El joven Lujambio, como demócrata, pienso que lo es, no sólo por su formación “académica”, sino por su paso por el IFE como Consejero Electoral, debiera comprender a millón y medio de trabajadores que demandamos la democratización de su Sindicato, para que el SNTE sea una Institución de la República Democrática del siglo XXI.

El señor no sabe que trae entre manos, pero está orgulloso del puesto, de pretender consolidar la Alianza y la amistad de la maestra para su futuro relanzamiento a la política, si le va bien, puede convertirse en representante del Partido Nueva Alianza PANAL, ante el IFE. Como dice la profesora: Los compromisos se cumplen, los favores se pagan. Al tiempo.

El autor es profesor del Bachillerato General Matutino
del Benemérito Instituto Normal del Estado de Puebla.

hernandez_luis21@yahoo.com.mx

HACER DE UN DERECHO UN SERVICIO MERCANTIL

TENDAJÓN MIXTO


El cambio en la SEP


Jaime Ornelas Delgado


Después de su paso gris por la Secretaría de Educación Pública, por fin se fue Josefina Vázquez Mota, quien nunca supo el significado de esa dependencia y se pasó dos años y cuatro meses defendiendo su cargo de las acechanzas de la miss Gordillo. Pero no resistió más, y ahora se va de diputada plurinominal, que es apenas para lo que le alcanzó su amistad con Felipe Calderón Hinojosa, quien por cierto parece incapaz de tomar una decisión afortunada.

Y lo decimos no sólo por haber nombrado en su momento a quien había pedido a Dios hacerla viuda, sino por la designación de Alonso Lujambio en la secretaría creada por José Vasconcelos en su mejor época y donde alguna vez despacharan Jaime Torres Bodet y Agustín Yáñez, imagínese las diferencias da pena ajena. La verdad es lamentable el perfil de los funcionarios panistas.

Alfonso Lujambio no parece tener la menor idea de lo que ha sido y es la educación pública en México, pues desde la primaria hasta los estudios superiores nunca piso una institución pública, todos sus estudios los realizó en escuelas privadas (El Colegio Tepeyac, el ITAM y Yale), donde las aulas todas tienen techo y no hay cristales rotos, las butacas son cómodas, los maestros atienden a grupos pequeños y no hay un cacicazgo sindical que abruma a los docentes y se apropia de sus cuotas. La incuria del gobierno federal, tanto en el sistema educativo como en materia de infraestructura, no será superada por Lujambio, porque ni siquiera se lo propone, porque lo desconoce todo en cuestión educativa, desde su problemática hasta los principios y valores que deben orientar el proceso educativo público.

Sin duda, uno de los problemas fundamentales de la educación pública en México es el sistemático intento de los gobiernos panistas por privatizarla. Y no se trata sólo de las crecientes cuotas de “cooperación” de los padres de familia para el mantenimiento de los inmuebles o de los pagos de inscripción y otros que le pegan directamente al pobre ingreso familiar, sino de los cambios en los planes y programas de estudio en los cuales se olvida la formación integral de los niños y los jóvenes para hacerlos ciudadanos plenos, democráticos y participativos, orientación sustituida por la capacitación y el adiestramiento de acuerdo, exclusivamente, a las necesidades impuestas por del mercado laboral.

A Lujambio sólo se le conoce por sus tareas de operador político de Calderón. Así lo hizo cuando fue consejero electoral y en Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), donde se dedicó a proteger a “su amigo”, quien hoy lo asciende secretario en un sector de cuya complejidad nada sabe. Y si declara, Lujambio, que sólo llega a la Secretaría de Educación para hacer política, mucho nos tememos de su extrema disposición para ponerse a las órdenes de Elba Esther Gordillo para, como siempre de espaldas a los profesores, llevar adelante la llamada Alianza para la Calidad Educativa (ACE) y, al mismo tiempo, fortalecer el contubernio de Calderón con la miss ante la inminencia de las elecciones.

Por supuesto, no se podía esperar otra cosa de un gobierno ilegítimo que atenta contra la educación pública y que no la quiere laica ni gratuita, ni universal y democrática, no son esos sus principios, jamás los han compartido y, por supuesto, su partido la propone distinta: privada para hacerla negocio lucrativo, libre para destruir su laicidad y clerical para someter a la conciencia de los educandos a las explicaciones místicas y anticientíficas. En todo caso, educar para someter y no para liberar.

No cabe la menor duda, con Lujambio seguirá el deterioro de la educación público y ya tendrá pretexto el gobierno espurio para proponer la privatización de la educación y hacer de un derecho un mero servicio mercantil.

Publicado en La Jornada de Oriente . Jueves 9 de abril de 2009

¿ CAMBIOS EN LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN?

Javier Flores

La renuncia de Josefina Vázquez Mota, como titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), podría ser una oportunidad inmejorable para reorientar la política del gobierno federal en un área de importancia estratégica para el desarrollo nacional. Sin embargo, diversos elementos permiten observar que no será así.

El cambio parece responder simplemente a una estrategia electoral del partido gobernante. La salida de la funcionaria no estuvo acompañada de ideas que ilustraran alguna reformulación de la política educativa.

En el acto en el que se informó de la salida de Vázquez Mota, el licenciado Felipe Calderón sólo dedicó su tiempo a elogiar el desempeño de la funcionaria saliente. Entonces el mensaje consistiría en que todo ha marchado muy bien en esa dependencia o que realmente lo que ahí pasa poco importa. Esto resulta increíble tratándose de un tema que es del mayor interés para los mexicanos.

La ausencia en el acto referido de alguna mención sobre el funcionario que ocupará el puesto vacante indica que al momento de realizarse ese movimiento sólo se tenía claro quién debía marcharse y no quién debería estar en el despacho que en el pasado han ocupado personajes de la estatura de José Vasconcelos o Jaime Torres Bodet, quienes realizaron grandes transformaciones y dotaron de idea y rumbo a la educación en México. Aunque, por otra parte, es claro que en el Partido Acción Nacional no abundan los personajes con estas características y sí, en cambio, los enemigos de la educación pública.

El cambio en la SEP no obedece a una reforma en la educación. No habrá modificaciones sustanciales en la política educativa, pues no se anticipa una ruptura del pacto del gobierno federal con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, mucho menos ante la inminencia de las elecciones. El sindicato que encabeza la maestra Elba Esther Gordillo es capaz de movilizar a un ejército de personas especializadas en "procedimientos electorales", y es de dudarse que el cambio en la Secretaría de Educación Pública busque, por ahora, que esta alianza resulte lastimada.

La tardanza en el nombramiento del nuevo secretario puede deberse a que aún no se había logrado un acuerdo satisfactorio entre estas partes.

Así, probablemente habrá una nueva diputada y un secretario de Educación completamente anodinos. Los cambios serán de gran utilidad; sin embargo, para lograr un objetivo perfectamente estructurado: mantener a la educación pública en un nivel de desamparo, que es el compatible con las expectativas de los principales partidos políticos –que no sobrevivirían ante una población educada–, lo que les permitirá continuar con una democracia ficticia y con el saqueo impune de los recursos de México.

Nota final: En el momento que escribo estas líneas, me entero de la designación del maestro Alonso Lujambio como nuevo secretario de Educación Pública. No tengo mucho que agregar a lo ya dicho.

El funcionario, que se desempeñaba como presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), ha sido el encargado del control de la información gubernamental, es decir, de lo que debe saberse y lo que no. Su perfil académico muestra que se ha formado, no en el ámbito de las instituciones públicas de educación, sino en las del sector privado, como el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y la Universidad Yale. No se aprecia en su currículo experiencia en los temas educativos, pero sí en el campo de la ciencia política. De acuerdo con la página electrónica del ITAM, en el que se ha desempeñado como profesor, sus temas de interés son las elecciones, los sistemas electorales, los sistemas de partidos y las relaciones Ejecutivo-Legislativo.

Así, no llega a encabezar la SEP un conocedor de la educación, sino un experto en elecciones, lo que refuerza la idea de que el enroque en el gabinete de Calderón obedece a objetivos electorales que claramente se encuentran hoy por encima del interés –que debería ser prioritario– de atender las grandes necesidades y el drama que vive la educación pública de México.

Publicado en La Jornada.7 de abril de 2009