sábado, 2 de agosto de 2014



El sindicato, el sindicalismo, el SNTE

Luis Hernández M.
Sábado, Agosto 2, 2014
Publicado en e-consulta.

Un grupo de viejos profesores; amigos todos, se reunieron el pasado fin de semana en la espléndida ciudad de Cuernavaca Morelos. Conversaron de cosas sin trascendencia,  de su no resignación a permanecer inmóviles a pesar de que varios de ellos ya se jubilaron. En  sus rostros añosos apareció la nostalgia por las luchas en el sindicalismo democrático de sus años juveniles.

Veo en mis amigos y compañeros una experiencia que da la vida, su permanente preparación y sus planes a mediano plazo en la preparación de un libro sobre la historia de las Escuelas Normales en el país. Sonríen con entusiasmo. Ya pasaron varios meses desde la última vez que nos encontramos en la ciudad de México.

En una plática informal mientras desayunamos y tomamos café, mientras encontramos algunos hilos conductores para nuestra conversación, aparecen los personajes de la actual administración educativa uno pregunta:

¿Quién es Ramiro Álvarez Retana? Y ahí, se inicia la historia de una complicada red de complicidades en el tráfico y venta de plazas en un pasado inmediato. Ahora, el señor es el encargado Coordinador Nacional del Servicio Profesional Docente; la perla de la política moralizadora de la política educativa sexenal en un personaje de larga trayectoria en el magisterio, como puente con lo más inmoral de la educación.

Pero nuevamente aparecen las preocupaciones por el rumbo del SNTE y del sindicalismo en el magisterio. Alguien advierte cómo el SNTE; ya transita sin renunciar a su anterior modelo de sindicato corporativo en uno nuevo que busca insertarse en el mercado de capacitación del magisterio en plena competencia con la iniciativa privada; lo hace a través del Sistema Nacional de Desarrollo Profesional: SINADEP-SNTE; una plataforma virtual que se propone capacitar al magisterio para enfrentar con éxito los exámenes del Servicio Profesional Docente.

Alguien propone realizar un foro que convoque a los trabajadores de la educación que quieran proponer; que quieran ayudar a comprender lo que sucede con los cambios en el Sindicato, el sindicalismo y el SNTE.

Uno más dice que sería bueno explorar cuales son las nuevas formas de participación sindical de los trabajadores en la vida pública.

De manera poco sistemática, alguien dice que sería bueno también ver y analizar la intervención del magisterio en Internet, asociaciones civiles; en la colonia; en la defensa de la ecología y en general en la vida cultural de su entorno.

La mañana avanza entre comentarios, informes y preocupaciones y envueltos en los olores que salen de la cocina, uno más dice que existe una vertiente del magisterio, principalmente entre los más jóvenes que dicen no tener el mínimo interés por la política y por la participación sindical.

“… en efecto; a poco más de un año de haberse implantado las reformas –dice otro más- y su impacto en la vida sindical y del magisterio se hace sentir de manera negativa, en un marcado desinterés por defender la vida sindical como espacio común de los intereses gremiales de los trabajadores”.

El maestro que hasta entonces había guardado silencio dice que el mercado  global ha permeado a las instituciones encargadas de la formación de los ciudadanos como las universidades y la Escuela Pública y de cómo lo que en el siglo pasado fueron considerados derechos de los trabajadores, derechos laborales, ahora, la nueva narrativa de los trabajadores se inclina por la “competitividad”.

El nuevo marco laboral del magisterio; los enfrenta a nuevos retos sin una orientación de su sindicato, del que cada vez es menos organización de los trabajadores, una organización fragmentada en decenas de sindicatos independientes y estatales por todo el país, sin que nadie esté haciendo nada por orientar la nueva formación gremial.

Aquí está una parte de la vieja guardia sindical del siglo XX, la integran maestros de varias generaciones; líderes estudiantiles de Escuelas Normales Rurales, caminos recorridos en el sindicalismo democrático y en las luchas laborales.

Aquí  están los que quieren ver, los que quieren saber si existe una posibilidad de cambio en la encrucijada de las reformas laborales y educativa; la posibilidad –si es que existe aún- de democratizar al SNTE; quieren explorar si en este proceso de balcanización del SNTE se encuentran las alternativas democráticas o si asistimos a los nuevos controles burocráticos de los trabajadores de la educación y de los Educadores en particular. ¿Valdrá la pena convocar a un encuentro de sindicalistas en la ciudad de Puebla? (01 -agosto- 2014)