LEAMOS AL MAESTRO LOMBARDO
Sigue vigente el pensamiento del maestro Vicente Lombardo Toledano, tanto como las enseñanzas de su acción práctica al frente de las organizaciones obreras de México y del mundo.
Es necesario que los maestros mexicanos , entre ellos los que construimos un proyecto sindical y educativo alternativo al del neoliberalismo, leamos el texto que hoy se publica -en el 115 aniversario de su natalicio, ocurrido el 16 de julio de 1894-y en el que define ,entre otros temas, el carácter de frente único del sindicato, la pluralidad en la que conviven las diferentes corrientes ideológicas y el compromiso de los maestros del SNTE en la defensa del Artículo Tercero Constitucional.
Tenemos en Lombardo una guía para la acción en la construcción del movimiento democrático magisterial poblano.
* Versión taquigráfica de la conferencia sustentada en el local de la Sección 10, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, sito en Belisario Domínguez Núm. 32, 3er. Piso, en julio de 1961
Compañeras y compañeros:
Dentro del programa de reuniones regionales ―que el Sindicato nacional de Trabajadores de la Educación ha realizado en diversos lugares de nuestro país― corresponde a las secciones del d. f. celebrar un ciclo de conferencias con temas de importancia.
Fui invitado para disertar acerca de la doctrina del movimiento sindical. Me parece que el tema fue bien escogido, porque a pesar de los años que tiene ya el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y, en general, el movimiento sindical de nuestro país, todavía existen algunas confusiones que es necesario disipar para que el trabajo de los maestros sea más eficaz todavía de lo mucho que ha sido hasta hoy.
¿Qué son un sindicato, una federación de sindicatos, una confederación de sindicatos y una organización internacional de sindicatos? Para mí, lo mismo es la unidad básica sindical, la agrupación de los obreros de un centro de trabajo, que una central sindical nacional y una organización internacional sindical. Se trata, en todos los casos, de organizaciones de masas constituidas para la defensa de los intereses económicos y sociales de los trabajadores.
Por eso se denominan también agrupaciones de frente único, dando a entender que lo substancial de ellas es la decisión de quienes las integran de defender en común sus derechos y sus intereses comunes. Como consecuencia de su carácter, la organización sindical puede formarse por individuos que sustenten una o varias doctrinas filosóficas o que carezcan de inquietudes teóricas, que tengan una creencia religiosa cualquiera que sea o que no profesen ninguna, que militen en un partido político o que no pertenezcan a ningún partido.
¿Por qué? Porque el derecho de pensar y de expresar libremente el pensamiento, y el derecho de actuar en asuntos políticos, son derechos del hombre o garantías individuales, que constituyen, según la estructura jurídica de México, la base y el objeto de las instituciones públicas.
El artículo primero de la Constitución declara que todo individuo gozará de las garantías que ella otorga y que no podrán nunca restringirse ni suspenderse, sino en los casos en que la propia Carta señala: graves trastornos públicos o en el caso de guerra con uno o varios países extranjeros. El artículo sexto de la Carta Magna es el que reconoce el derecho de libre manifestación de las ideas; el artículo noveno el derecho de participar en política, y el artículo 24 la libertad de profesar una creencia religiosa.
Esos derechos del hombre o garantías individuales no pueden renunciarse; no se pueden ejercitar por conducto de otros individuos o agrupaciones de individuos, porque son personales e intransferibles. Las garantías sociales, es decir, las garantías colectivas, que también reconoce la Constitución, especialmente en sus artículos 27 y 123, no son superiores a las garantías individuales ni éstas a las otras. Los dos grupos de garantías, individuales y sociales, forman la base de la organización política y jurídica de la nación mexicana. De estas consideraciones se deducen algunos principios para el movimiento sindical.
Los sindicatos de trabajadores, las federaciones y confederaciones o centrales nacionales de sindicatos, no pueden obligar a sus miembros a sustentar una determinada doctrina filosófica; no pueden vincularse a una Iglesia o a una agrupación religiosa; no pueden depender de un partido político. Y lo mismo que se dice de las agrupaciones sindicales de un país, se puede afirmar de una organización sindical internacional. Más aún, por la misma fisonomía de las organizaciones sindicales, no puede haber discriminación entre sus miembros por razón de sexo, raza, nacionalidad, profesión u oficio o del grado de su cultura. Porque lo que define a un miembro de un sindicato es su condición de asalariado, es decir, su dependencia económica de un patrón, ya sea un empresario individual, una sociedad mercantil o el Estado.
Por eso, cuando los sindicatos pierden sus características, pierden también su fuerza. La primera condición de la eficacia de las agrupaciones sindicales es su independencia. Su independencia de clase, porque sus integrantes, con sus ideas, sus creencias y su militancia política personales, forman una sola clase social: la clase trabajadora, y ésta tiene intereses distintos a la clase de los patrones que constituyen la burguesía, ya se trate de la burguesía que detenta el poder o de la que actúa fuera del gobierno.
La independencia de la clase trabajadora y el carácter de frente único de sus sindicatos, no suponen, sin embargo, que carezcan de un programa, de objetivos inmediatos y de metas futuras, y de una teoría acerca del desarrollo de su país y de los anhelos que persigue el género humano. Tampoco que carezcan de una línea estratégica y táctica para alcanzar sus propósitos. En este sentido, el movimiento sindical se divide en varias corrientes de opinión. La que sólo se preocupa por mejorar el nivel de vida de la clase trabajadora sin importarle su futuro. Esta corriente se denomina comúnmente el economismo. La corriente que está de acuerdo en el mantenimiento del régimen de la propiedad privada de los medios de producción, tratando de obtener de la burguesía los mayores beneficios. Es la corriente de la colaboración de las clases sociales. Otra más es la corriente que acepta la transformación del régimen capitalista paulatinamente confiando en que por sus contradicciones internas llegará un día en que la clase obrera tendrá el poder sin grandes esfuerzos. Es la corriente llamada reformista. Por último, la que estima que el sistema capitalista de producción debe ser sustituido por el sistema socialista, y para ello hay que crear las condiciones objetivas y subjetivas en el seno de cada país para llegar al socialismo, aprovechando la coyuntura histórica favorable para ese propósito. Esa es la corriente revolucionaria.
Consideradas así las diversas corrientes de opinión en que se divide el movimiento sindical, sólo hay, de hecho, dos corrientes que subsisten: la reformista y la revolucionaria. Porque las otras: la del economismo y la de la colaboración de clases sociales, no se proponen reemplazar al régimen capitalista por el sistema socialista de la vida social.
Esta cuestión plantea un grave problema, una cuestión muy importante para la clase trabajadora. Mientras se logra el advenimiento del socialismo. ¿Nada positivo se puede hacer dentro del régimen capitalista en beneficio de la clase obrera? Los anarquistas, desaparecidos casi completamente en el mundo entero, sostuvieron la tesis, a fines del siglo xix y en las primeras décadas del actual, de que había que luchar sistemáticamente contra el régimen de la propiedad privada, contra el Estado burgués, contra las iglesias y las creencias religiosas, contra las medidas de beneficio parcial para la clase trabajadora, para que todo el edificio de la sociedad viniese a tierra y fuera sustituido por los trabajadores. Pero la experiencia en todos los países en donde la doctrina anarquista tuvo alguna influencia, demostró que tanto su concepción del cambio de la sociedad como los métodos de lucha que ellos preconizaban, eran falsos y conducían a constantes derrotas.
Es cierto que el cambio del sistema de producción y la organización política de la sociedad no se realizan por la vía del sindicalismo, sino por la de un partido político de la clase obrera, cuyos miembros tienen la misma filosofía social, las mismas ideas políticas, la misma estrategia y táctica, y se proponen la sustitución de la burguesía por la clase obrera en el aparato del Estado. Pero los grandes cambios en la historia de la sociedad humana no se realizan de la noche a la mañana, sin antecedentes y sin preparación. Por eso, dentro del régimen capitalista no sólo es posible, sino necesario, que la sociedad progrese y que se puedan crear las condiciones necesarias para la transformación definitiva de la vida colectiva.
El paso de la esclavitud al sistema feudal fue una revolución. El paso del feudalismo al capitalismo fue una revolución también. El paso del capitalismo al socialismo implica, de igual manera, una revolución. Lo esencial en una revolución es el remplazo de la clase social que gobierna por una clase social nueva y más avanzada. En el caso del capitalismo y del socialismo, la clase burguesa debe ser remplazada por la clase obrera; pero esta revolución, la del proletariado, la revolución socialista, no es un camino recto ni fácil. Está lleno de obstáculos, de tramos complicados, de periodos de ascensión y de etapas de estancamiento. Lo que importa, en consecuencia, es saber cómo actuar dentro de un sistema complejo de la vida social, avanzando siempre con el menor número de derrotas, aprovechando los factores propicios y las circunstancias nacionales e internacionales favorables.
Esto que acabo de expresar es el marco general de la acción de la clase trabajadora para el logro de sus propósitos inmediatos y futuros, porque en cada país debe tomar en cuenta, si quiere acertar, la historia de su pueblo, sus experiencias, su sicología y su cultura, para formular su línea estratégica y táctica.
¿Qué es la estrategia? La estrategia consiste en aumentar el número de los aliados y en quitarle al enemigo o al adversario los suyos, y la táctica en emplear la fuerza propia y la de los aliados, en el momento oportuno, para lograr las metas que se persiguen.
En los países de gran desarrollo capitalista que han entrado a la etapa del imperialismo, los aliados de la clase obrera son muy pocos: los intelectuales de ideas avanzadas y los grupos sociales muy explotados y oprimidos, como sucede actualmente en los Estados Unidos de Norteamérica. En esos países la burguesía llegó hace tiempo a la concentración del capital a través de los monopolios y a la centralización de la economía nacional, o sea, a la subordinación de los monopolios de la producción y de los servicios a los monopolios del crédito y de las finanzas.
En los países en desarrollo como el nuestro, en cambio, los aliados de la clase trabajadora son muchos. En primer lugar las masas rurales, que siguen siendo la población económicamente activa más numerosa; los núcleos de población indígena no incorporados todavía en el proceso de la economía nacional; los pequeños auténticos propietarios rurales; los pequeños industriales y los artesanos, los trabajadores de los talleres; los pequeños comerciantes, y otros sectores de la población entre los cuales destacan los de la clase media, como se llama comúnmente a la pequeña burguesía Pero se plantea también para la clase trabajadora la cuestión relativa a la burguesía nacional. Porque en un país como México, fuertemente influido aún por los monopolios extranjeros, la lucha de clases no es sólo un fenómeno interno entre los asalariados y los propietarios de los instrumentos de la producción económica, sino también entre los intereses de la nación y el imperialismo. ¿Puede considerarse a toda la burguesía nacional como un instrumento del imperialismo? Evidentemente no. Sólo a una parte de ella, porque hay una contradicción de intereses entre la burguesía mexicana que quiere desarrollar sus negocios y la burguesía imperialista que quiera adueñarse del mercado interior y, además, del mercado de exportación de los productos nacionales.
Pero aparte de estos dos sectores de la burguesía, hay uno, que es el que se halla en el poder. ¿Qué intereses representa la burguesía que gobierna? No los intereses de cada una de las personas que la integran, sino el interés del conjunto de la nación en la medida en que la nación tiene intereses colectivos e indivisibles. No toda la burguesía se puede considerar como aliada o sometida al imperialismo, sino sólo aquella que está ligada económicamente a los monopolios extranjeros.
Pero en nuestro país existe, además, un hecho que lo diferencia de otros países y que consiste en que ha ocurrido un proceso de nacionalización de los recursos naturales del territorio y de las ramas fundamentales de la producción y de los servicios públicos. Este hecho no es insólito en el mundo; pero es peculiar de México. En el resto de la América Latina apenas se apunta el desarrollo con esa orientación. Tiene una importancia enorme porque ha creado una forma de capitalismo basado, por supuesto, en la propiedad privada de los instrumentos de la producción; pero con formas que corresponden a un país que todavía hace cincuenta años dependía de un modo absoluto del capital extranjero.
Cuando se piensa en que hace apenas medio siglo —la vida promedio de una generación—, dependíamos de un modo completo del capital extranjero y, particularmente, del norteamericano, y examinamos con criterio objetivo y crítico el panorama de hoy, tenemos que convenir en que el México actual es diferente del México de hace unas décadas, en lo que es substancial del proceso histórico de una nación cualquiera. El petróleo, la electricidad, el carbón mineral, los derivados del petróleo, todas las ramas de la industria energética estaban en poder de empresas extranjeras. Los principales transportes, comenzando por los ferrocarriles, pertenecían a empresas que tenían su sede en el exterior, que los habían constituido como un apéndice de la gran red ferroviaria de los Estados Unidos, para poder exportar con facilidad los minerales que aquí explotaban.
Dependían también del extranjero muchos servicios públicos, y el capital nacional estaba reducido a actividades menores, dentro de un mercado interno incipiente o insuficientemente desarrollado todavía. La industria manufacturera era la industria típica de un país colonial, y las finanzas estaban influidas por una cadena de bancos privados, agencias de las instituciones del crédito del exterior, que manejaban los más importantes negocios.
¿A qué se debió el cambio? Ante todo a la reforma agraria. El hecho de haber destruido la estructura económica del siglo xix, basada en el latifundismo, en la concentración de la tierra en pocas manos; el de haber distribuido la tierra entre un número considerable de trabajadores rurales; el de haber aumentado el número de productos agropecuarios —diversificando la producción—, creó un mercado nacional que no existía.
Por la primera vez, a pocos años de la aplicación de la reforma agraria, se fue formando un verdadero mercado nacional. Antes de la revolución había mercados regionales, porque la falta de comunicaciones y transportes hacía muy difícil el intercambio entre las zonas de producción y las zonas de consumo. Las haciendas eran las proveedoras de alimentos de las regiones próximas. Sólo los granos de las zonas agrícolas cercanas a las grandes ciudades formaban el mercado nacional.
La revolución cambió las cosas, y en la medida en que la reforma agraria se fue aplicando, el mercado doméstico se amplió y empezó a desarrollarse la industria de transformación para satisfacer la demanda creciente. La industria nacional de hoy, es fruto directo de la reforma agraria.
Pero si la revolución se hubiese detenido en la reforma agraria, aún cumplida totalmente; si se hubiera limitado a la aplicación de los derechos de la clase obrera, y no hubiera adoptado nuevas metas en el curso de su evolución, México sería en la actualidad una colonia de los Estados Unidos de Norteamérica.
¿Cuál es la causa del desarrollo de los últimos tiempos? La nacionalización. Ante todo, la nacionalización de los recursos físicos del territorio: el suelo, el subsuelo, las aguas interiores y las marítimas, los recursos forestales, etcétera. Y ante una llamada iniciativa privada que todavía hace unos años se proclamaba como el conjunto de las “fuerzas vivas” de nuestro país, aunque carecía de capitales fuertes y copada por el crédito extranjero, el Estado se vio obligado a asumir el papel no sólo de coordinador de la economía, sino de productor directo y de manejador de los intereses colectivos del pueblo y de la nación.
Estos son los hechos que nos han llevado a la situación actual, que podría definirse, desde el ángulo en que la considero, de capitalismo de Estado, que no persigue ganancias, y cuya mira política histórica consiste en lograr la plena independencia de la nación mexicana.
Por eso hay que preguntar: ¿Puede la clase trabajadora de nuestro país cerrar los ojos ante este proceso importante? ¿Debe o no debe apoyar la política de la nacionalización que adopta formas eficaces para el desarrollo, substituyendo el capital extranjero por el capital nacional y haciendo posible la liberación de México? Considero que la respuesta es obvia: la clase trabajadora debe apoyar esa política y contribuir a que se fortalezca, sin que esta actitud signifique, de ninguna manera, que la lucha de clases deba ser frenada o considerada como desaparecida, porque es un fenómeno congénito al régimen capitalista de producción y no puede desaparecer sino cuando ese régimen concluya históricamente.
Todavía hay quienes se atreven a afirmar que la lucha de clases debe desaparecer de nuestro medio. Pero debemos recordar que la naturaleza no esta constituida sólo por fenómenos de carácter físico, geológico, meteorológico y cósmico, sino también por fenómenos de carácter biológico y por fenómenos
sociales, puesto que el hombre habita la Tierra y es el transformador de la naturaleza. Esto significa que cuando se habla de la lucha de clases, siendo ésta un fenómeno social inherente al régimen capitalista de producción, se está hablando de un fenómeno de la naturaleza, que no desaparece sino cuando las causas que lo engendran desaparecen también. Decir que por un acto de la voluntad puede liquidarse la lucha de clases, equivale a prohibir las lluvias, las sequías, los temblores de tierra, el calor, el frío, la influencia cósmica sobre el pequeño planeta en que habitamos, y otros fenómenos de este carácter.
Cuándo se habla de los deberes de la clase trabajadora de nuestro país, no hay que olvidar que si se le plantea el problema de contribuir al desarrollo progresivo de la sociedad, no se está planteando la supresión de la lucha de clases. Sin renunciar a la elevación constante del nivel de vida, a mejores salarios, a una jornada de trabajo más reducida y al aumento de las prestaciones sociales, es indudable que la clase trabajadora tiene el deber de contribuir a la liberación económica de México respecto del extranjero. ¿Sólo por sentimiento patriótico? Sí, por sentimiento patriótico; pero no exclusivamente por ese sentimiento. También hay un interés propio de clase: en la medida en que México sea independiente del extranjero se va allanando el camino de la liberación histórica de la clase obrera.
Porque en la actualidad, la clase trabajadora, en términos generales, es doblemente dependiente: dependiente de la explotación natural del sistema capitalista de producción, y dependiente de la influencia perturbadora de los monopolios extranjeros. Uno o dos ejemplos bastarán para comprender el alcance de ésta mi afirmación. Hasta hace unos años todavía el salario de los obreros en las minas de nuestro país, no el mínimo, sino el de los obreros calificados, oscilaba según el precio de la onza de plata en el mercado internacional. ¿Qué pasa con las cosechas de verduras en la mejor región de esta rama de la agricultura que es Sinaloa? Mal año para la producción de tomates en el sureste de los Estados Unidos, en una parte de California y en el Hawai. Gran demanda del tomate mexicano. Buena cosecha, se cierra la frontera. Y lo mismo ocurre con el algodón y con el café, las fibras duras, particularmente con el henequén y otras mercancías que los monopolios norteamericanos obtienen de otros países y lanzan al mercado mundial.
Durante muchos años México fue un gran productor de garbanzo. Había dos mercados principales que absorbían ese producto: España en primer término, y Cuba en segundo lugar. Cambiaron las condiciones en la península ibérica, y las condiciones en Cuba y casi se suprimió la producción en Sinaloa y en Sonora. Los ejemplos pueden multiplicarse, porque casi no hay un producto nuestro que no esté sujeto a esas influencias.
Si nuestro país se va emancipando del extranjero, tiene que pensar en una cosa fundamental: el mercado interior. Porque cuando un país se desarrolla a tal punto que la principal clientela, para su producción, está constituida por los compradores nacionales, los excedentes no pueden detener el desarrollo económico. Pero cuando un país vive principalmente de lo que vende al extranjero, es que no ha alcanzado todavía su verdadera independencia.
Liberar, pues, a nuestro país del extranjero, es facilitar el camino de la clase trabajadora. En consecuencia, hay que luchar por la política de la nacionalización sistemática de nuestros recursos y de nuestras ramas fundamentales de la producción y de los servicios.
En el caso de los trabajadores del Estado, hay que hacer algunas consideraciones complementarias. El Estado en México es un patrón. Esta es una conquista de la clase obrera. Muy pocos de los maestros que están en esta sala saben que quien sentó el precedente de que el Estado es patrón en México, respecto de los maestros, fue el movimiento obrero, a través de la Federación Nacional de Maestros fundada en el año de 1926, que fue la primera organización sindical del magisterio. Había una huelga en el puerto de Veracruz, seis meses hacía que no se pagaban los salarios de los maestros dependientes del municipio y del gobierno del estado. La naciente federación peleó, y después de largas y enojosas discusiones en presencia del pueblo, como en los viejos cabildos de España, el alcalde, que era un hombre de la clase trabajadora —vendía pescado en el mercado—, dijo: tienen razón, yo acepto que el ayuntamiento es patrón de los trabajadores.
La Federación Nacional de Maestros logró que se hiciera un acta bien fundada desde el punto de vista jurídico y social, y dos o tres semanas después, con motivo de una huelga en los trabajadores de camiones de la ruta de Azcapotzalco, hubo otro precedente igual, hasta que logramos que se llegara a la jurisprudencia reconociendo que el Estado en México es un patrón respecto de sus servidores.
Ahora ese patrón es muy poderoso. Porque antes se reducía su jurisdicción a los empleados de la administración pública y a los maestros de escuela; en tanto que hoy, trata con los sindicatos más poderosos del país, los de los organismos descentralizados: los Ferrocarriles Nacionales, Petróleos Mexicanos, las empresas de la electricidad, etcétera. En esta gran lucha, lucha histórica, el snte ha tenido un papel muy valioso, por haber surgido del movimiento obrero y haber conservado con él ligas muy profundas.
Por otra parte, en el caso de los trabajadores del Estado, además de exigirle al Estado, como patrón, mejores condiciones de vida, es indudable, asimismo, que tienen la obligación de impulsar a los organismos descentralizados que por el proceso de nacionalización de la economía y de los servicios se han establecido. ¿Para qué? Para que vigilen el cumplimiento de los objetivos para los cuales fueron creados esos organismos.
¿Qué es lo que distingue a una empresa del Estado de una empresa privada? La finalidad de la producción o del servicio. Toda inversión privada persigue las mayores ganancias posibles. Toda inversión del sector público persigue los mayores beneficios posibles para la comunidad, para el conjunto de la sociedad. Por esta razón, las medidas recientes del actual gobierno para coordinar la labor de los organismos descentralizados, y para que sus ingresos y egresos sean aprobados por la Cámara de Diputados, y otras medidas semejantes, son normas valiosas para el éxito de la economía nacionalizada.
Todo esto quiere decir que la clase trabajadora no puede colocarse al margen del proceso histórico y dejar que la burguesía realice la tarea de hacer progresar a nuestro país con independencia. Esta misión histórica le corresponde, precisamente, a la clase trabajadora, como abanderada de las luchas del pueblo.
El magisterio es un sector de la clase trabajadora que sirve al Estado. Tiene el derecho de progresar económicamente; pero tiene también otra misión que cumplir, una muy alta tarea: la de contribuir a la formación de la conciencia nacional de sus habitantes, educando a las nuevas generaciones y a los adultos. Por esa razón, cuando los trabajadores de la producción y de los servicios hacen de sus sindicatos escuelas de adoctrinamiento, de preparación teórica para la lucha de clases, están cumpliendo con su deber; pero cuando los maestros de escuela en todos los niveles de la enseñanza, además de hacer de sus agrupaciones escuelas de preparación para la lucha de clases en el ámbito de nuestro país, son conscientes de que su finalidad suprema es la de formar el nuevo tipo de hombre que México necesita, nada es comparable a esta labor por su trascendencia histórica.
Los regímenes de la producción material son reemplazados por otros cuando surge un movimiento social profundo, es decir, una revolución. La producción basada en los esclavos fue sustituida por la producción basada en los siervos de la gleba; pero las ideas de la etapa esclavista se mantuvieron todavía dentro del sistema feudal. Cuando la burguesía revolucionaria en el escenario de Europa alcanza el poder y liquida el feudalismo, el sistema de producción feudal se derrumba; pero las ideas del feudalismo continúan aún dentro del sistema capitalista. Cuando el capitalismo desaparece porque es reemplazado por un sistema más avanzado, que es el sistema de la producción socialista, todavía las ideas de la etapa capitalista sobreviven dentro del nuevo régimen social.
Y no solamente existen esas supervivencias, sino que hay entre ellos un encadenamiento. No ha habido interrupción entre el pensamiento más antiguo de la humanidad y el pensamiento actual. Aun cuando no se acepte, el pasado, siempre es motivo, por lo menos, de referencia, dentro del debate de las ideas, a través del tiempo y del espacio.
Muchas cosas deben morir en México, en la conciencia de los mexicanos, correspondientes al pasado: ideas y prejuicios nacidos de la ignorancia; temores, miedo al porvenir; sentimientos nobles, pero equivocados, como el de un nacionalismo estrecho, cerrado, sin ligas con la perspectiva de la humanidad, o el concepto aldeano de una cultura local, que pretende bastarse a si misma.
Nosotros, los hombres de esta generación y los de la nueva, ya no pensamos como nuestros padres y nuestros abuelos, porque ellos vivieron en etapas que han sido rebasadas por la historia. Sin embargo, muchas de las normas del pensamiento del pasado todavía se esconden en todos, en la conciencia individual, en el seno del hogar, de la familia, en el lugar de trabajo y en el ámbito del país. Los maestros tienen la tarea de contribuir a que ese pasado que debe desaparecer, no siga teniendo influencia en el pueblo; pero para lograr este objetivo, es necesario reemplazar las ideas del pasado por nuevas ideas.
Por ventura para México, no hay nada que inventar a este respecto. El artículo tercero de la Constitución contiene para el periodo histórico que estamos viviendo, una tesis muy positiva acerca de las tareas pedagógicas, sociales y políticas de los maestros. Sin el artículo tercero, ni la revolución de Reforma ni la revolución que se inició en 1910, podrían encauzarse sistemáticamente desde el punto de vista de la formación ideológica de las nuevas generaciones.
Cuando pensamos —y eso lo saben los compañeros dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y los compañeros de sus secciones, que han ido a las asambleas internacionales del magisterio—, que todavía en Francia, en este año, en la patria de la revolución democrática, con la cual su inaugura la etapa moderna de la humanidad, en el país de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, se está discutiendo si la escuela pública
debe ser laica o no, es muy satisfactorio leer otra vez el artículo tercero de nuestra Carta Magna. Cuando en reuniones del magisterio se discute todavía, aunque parezca increíble, si los maestros de escuela deben considerarse como proletarios o no, porque la palabra proletario los ofende —sin meditar en su verdadero contenido—, o si deben estimarse como gentes de la clase media, es decir, una clase superior a la clase trabajadora, es muy placentero volver a leer el artículo tercero de la Constitución.
Por eso es tan violentamente atacado el artículo tercero; pero ya sin esperanza de éxito. Es inútil que las fuerzas regresivas de nuestro país pretendan derogar el artículo tercero, como sería inútil si emprendieran la lucha para derogar el artículo 27 o el artículo 123 y otras de las normas supremas del derecho público mexicano, porque esas instituciones vienen de muy lejos.
En estos días en que hemos recordado a Morelos, los que descubren la historia súbitamente, porque no habían meditado en su contenido, se asombran de que en las orientaciones del gran caudillo de la insurgencia se encuentran ya los gérmenes, las bases de la organización constitucional actual de nuestro país. Hace unas semanas, hice un cotejo entre cada uno de los “Sentimientos de la Nación” de Morelos, y los artículos de la Constitución actual. Excepto la disposición relativa a las relaciones entre la Iglesia y el Estado, que corresponden a una situación diferente a la de hoy, todos, absolutamente todos los “Sentimientos de la Nación” corresponden a normas precisas de la Carta Magna. En el pensamiento de Hidalgo se hallan también los trazos del México del porvenir. Los dos fueron figuras geniales en su tiempo y para todos los tiempos. Por eso, hablar de derogar el artículo tercero, el 27 o el 123, es pretender luchar contra la historia de un país viejo en el combate por la libertad y por el progreso.
Compañero Robledo, compañeros dirigentes del snte, compañeras maestras y maestros: ojalá que estas consideraciones que no son, por supuesto, exhaustivas en cuanto al tema sobre el que acabo de discurrir, puedan servir de meditación y de estudio sistemático de los problemas que planteo. Creo que así puede ser, porque en alguna ocasión, no muy lejana, dije que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación al cual yo me honro en pertenecer como miembro de la sección 10, aunque no milite en sus filas, se encuentra en la vanguardia de los movimientos sindicales de México, porque se preocupa tanto de los problemas económicos y las reivindicaciones sociales del pueblo, como de los grandes problemas nacionales o internacionales, ya que nada de importancia, de lo que ocurre en el mundo le es ajeno.
Cuando una agrupación, como el snte, lucha al mismo tiempo por mejores salarios para sus miembros, por mejores garantías, mejores servicios, más amplia preparación profesional y levanta su voz en favor de la política internacional de México. Sostiene y explica qué son los principios de autodeterminación y de no intervención y hace oír su voz enérgica de protesta por la invasión de Santo Domingo y por la guerra infame que el imperialismo yanqui mantiene en Vietnam, la clase trabajadora de nuestro país debe sentirse satisfecha de la obra que cumple el magisterio de nuestra patria. Yo así lo reconozco.
Sigue vigente el pensamiento del maestro Vicente Lombardo Toledano, tanto como las enseñanzas de su acción práctica al frente de las organizaciones obreras de México y del mundo.
Es necesario que los maestros mexicanos , entre ellos los que construimos un proyecto sindical y educativo alternativo al del neoliberalismo, leamos el texto que hoy se publica -en el 115 aniversario de su natalicio, ocurrido el 16 de julio de 1894-y en el que define ,entre otros temas, el carácter de frente único del sindicato, la pluralidad en la que conviven las diferentes corrientes ideológicas y el compromiso de los maestros del SNTE en la defensa del Artículo Tercero Constitucional.
Tenemos en Lombardo una guía para la acción en la construcción del movimiento democrático magisterial poblano.
Miguel Guerra Castillo
* Versión taquigráfica de la conferencia sustentada en el local de la Sección 10, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, sito en Belisario Domínguez Núm. 32, 3er. Piso, en julio de 1961
Compañeras y compañeros:
Dentro del programa de reuniones regionales ―que el Sindicato nacional de Trabajadores de la Educación ha realizado en diversos lugares de nuestro país― corresponde a las secciones del d. f. celebrar un ciclo de conferencias con temas de importancia.
Fui invitado para disertar acerca de la doctrina del movimiento sindical. Me parece que el tema fue bien escogido, porque a pesar de los años que tiene ya el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y, en general, el movimiento sindical de nuestro país, todavía existen algunas confusiones que es necesario disipar para que el trabajo de los maestros sea más eficaz todavía de lo mucho que ha sido hasta hoy.
¿Qué son un sindicato, una federación de sindicatos, una confederación de sindicatos y una organización internacional de sindicatos? Para mí, lo mismo es la unidad básica sindical, la agrupación de los obreros de un centro de trabajo, que una central sindical nacional y una organización internacional sindical. Se trata, en todos los casos, de organizaciones de masas constituidas para la defensa de los intereses económicos y sociales de los trabajadores.
Por eso se denominan también agrupaciones de frente único, dando a entender que lo substancial de ellas es la decisión de quienes las integran de defender en común sus derechos y sus intereses comunes. Como consecuencia de su carácter, la organización sindical puede formarse por individuos que sustenten una o varias doctrinas filosóficas o que carezcan de inquietudes teóricas, que tengan una creencia religiosa cualquiera que sea o que no profesen ninguna, que militen en un partido político o que no pertenezcan a ningún partido.
¿Por qué? Porque el derecho de pensar y de expresar libremente el pensamiento, y el derecho de actuar en asuntos políticos, son derechos del hombre o garantías individuales, que constituyen, según la estructura jurídica de México, la base y el objeto de las instituciones públicas.
El artículo primero de la Constitución declara que todo individuo gozará de las garantías que ella otorga y que no podrán nunca restringirse ni suspenderse, sino en los casos en que la propia Carta señala: graves trastornos públicos o en el caso de guerra con uno o varios países extranjeros. El artículo sexto de la Carta Magna es el que reconoce el derecho de libre manifestación de las ideas; el artículo noveno el derecho de participar en política, y el artículo 24 la libertad de profesar una creencia religiosa.
Esos derechos del hombre o garantías individuales no pueden renunciarse; no se pueden ejercitar por conducto de otros individuos o agrupaciones de individuos, porque son personales e intransferibles. Las garantías sociales, es decir, las garantías colectivas, que también reconoce la Constitución, especialmente en sus artículos 27 y 123, no son superiores a las garantías individuales ni éstas a las otras. Los dos grupos de garantías, individuales y sociales, forman la base de la organización política y jurídica de la nación mexicana. De estas consideraciones se deducen algunos principios para el movimiento sindical.
Los sindicatos de trabajadores, las federaciones y confederaciones o centrales nacionales de sindicatos, no pueden obligar a sus miembros a sustentar una determinada doctrina filosófica; no pueden vincularse a una Iglesia o a una agrupación religiosa; no pueden depender de un partido político. Y lo mismo que se dice de las agrupaciones sindicales de un país, se puede afirmar de una organización sindical internacional. Más aún, por la misma fisonomía de las organizaciones sindicales, no puede haber discriminación entre sus miembros por razón de sexo, raza, nacionalidad, profesión u oficio o del grado de su cultura. Porque lo que define a un miembro de un sindicato es su condición de asalariado, es decir, su dependencia económica de un patrón, ya sea un empresario individual, una sociedad mercantil o el Estado.
Por eso, cuando los sindicatos pierden sus características, pierden también su fuerza. La primera condición de la eficacia de las agrupaciones sindicales es su independencia. Su independencia de clase, porque sus integrantes, con sus ideas, sus creencias y su militancia política personales, forman una sola clase social: la clase trabajadora, y ésta tiene intereses distintos a la clase de los patrones que constituyen la burguesía, ya se trate de la burguesía que detenta el poder o de la que actúa fuera del gobierno.
La independencia de la clase trabajadora y el carácter de frente único de sus sindicatos, no suponen, sin embargo, que carezcan de un programa, de objetivos inmediatos y de metas futuras, y de una teoría acerca del desarrollo de su país y de los anhelos que persigue el género humano. Tampoco que carezcan de una línea estratégica y táctica para alcanzar sus propósitos. En este sentido, el movimiento sindical se divide en varias corrientes de opinión. La que sólo se preocupa por mejorar el nivel de vida de la clase trabajadora sin importarle su futuro. Esta corriente se denomina comúnmente el economismo. La corriente que está de acuerdo en el mantenimiento del régimen de la propiedad privada de los medios de producción, tratando de obtener de la burguesía los mayores beneficios. Es la corriente de la colaboración de las clases sociales. Otra más es la corriente que acepta la transformación del régimen capitalista paulatinamente confiando en que por sus contradicciones internas llegará un día en que la clase obrera tendrá el poder sin grandes esfuerzos. Es la corriente llamada reformista. Por último, la que estima que el sistema capitalista de producción debe ser sustituido por el sistema socialista, y para ello hay que crear las condiciones objetivas y subjetivas en el seno de cada país para llegar al socialismo, aprovechando la coyuntura histórica favorable para ese propósito. Esa es la corriente revolucionaria.
Consideradas así las diversas corrientes de opinión en que se divide el movimiento sindical, sólo hay, de hecho, dos corrientes que subsisten: la reformista y la revolucionaria. Porque las otras: la del economismo y la de la colaboración de clases sociales, no se proponen reemplazar al régimen capitalista por el sistema socialista de la vida social.
Esta cuestión plantea un grave problema, una cuestión muy importante para la clase trabajadora. Mientras se logra el advenimiento del socialismo. ¿Nada positivo se puede hacer dentro del régimen capitalista en beneficio de la clase obrera? Los anarquistas, desaparecidos casi completamente en el mundo entero, sostuvieron la tesis, a fines del siglo xix y en las primeras décadas del actual, de que había que luchar sistemáticamente contra el régimen de la propiedad privada, contra el Estado burgués, contra las iglesias y las creencias religiosas, contra las medidas de beneficio parcial para la clase trabajadora, para que todo el edificio de la sociedad viniese a tierra y fuera sustituido por los trabajadores. Pero la experiencia en todos los países en donde la doctrina anarquista tuvo alguna influencia, demostró que tanto su concepción del cambio de la sociedad como los métodos de lucha que ellos preconizaban, eran falsos y conducían a constantes derrotas.
Es cierto que el cambio del sistema de producción y la organización política de la sociedad no se realizan por la vía del sindicalismo, sino por la de un partido político de la clase obrera, cuyos miembros tienen la misma filosofía social, las mismas ideas políticas, la misma estrategia y táctica, y se proponen la sustitución de la burguesía por la clase obrera en el aparato del Estado. Pero los grandes cambios en la historia de la sociedad humana no se realizan de la noche a la mañana, sin antecedentes y sin preparación. Por eso, dentro del régimen capitalista no sólo es posible, sino necesario, que la sociedad progrese y que se puedan crear las condiciones necesarias para la transformación definitiva de la vida colectiva.
El paso de la esclavitud al sistema feudal fue una revolución. El paso del feudalismo al capitalismo fue una revolución también. El paso del capitalismo al socialismo implica, de igual manera, una revolución. Lo esencial en una revolución es el remplazo de la clase social que gobierna por una clase social nueva y más avanzada. En el caso del capitalismo y del socialismo, la clase burguesa debe ser remplazada por la clase obrera; pero esta revolución, la del proletariado, la revolución socialista, no es un camino recto ni fácil. Está lleno de obstáculos, de tramos complicados, de periodos de ascensión y de etapas de estancamiento. Lo que importa, en consecuencia, es saber cómo actuar dentro de un sistema complejo de la vida social, avanzando siempre con el menor número de derrotas, aprovechando los factores propicios y las circunstancias nacionales e internacionales favorables.
Esto que acabo de expresar es el marco general de la acción de la clase trabajadora para el logro de sus propósitos inmediatos y futuros, porque en cada país debe tomar en cuenta, si quiere acertar, la historia de su pueblo, sus experiencias, su sicología y su cultura, para formular su línea estratégica y táctica.
¿Qué es la estrategia? La estrategia consiste en aumentar el número de los aliados y en quitarle al enemigo o al adversario los suyos, y la táctica en emplear la fuerza propia y la de los aliados, en el momento oportuno, para lograr las metas que se persiguen.
En los países de gran desarrollo capitalista que han entrado a la etapa del imperialismo, los aliados de la clase obrera son muy pocos: los intelectuales de ideas avanzadas y los grupos sociales muy explotados y oprimidos, como sucede actualmente en los Estados Unidos de Norteamérica. En esos países la burguesía llegó hace tiempo a la concentración del capital a través de los monopolios y a la centralización de la economía nacional, o sea, a la subordinación de los monopolios de la producción y de los servicios a los monopolios del crédito y de las finanzas.
En los países en desarrollo como el nuestro, en cambio, los aliados de la clase trabajadora son muchos. En primer lugar las masas rurales, que siguen siendo la población económicamente activa más numerosa; los núcleos de población indígena no incorporados todavía en el proceso de la economía nacional; los pequeños auténticos propietarios rurales; los pequeños industriales y los artesanos, los trabajadores de los talleres; los pequeños comerciantes, y otros sectores de la población entre los cuales destacan los de la clase media, como se llama comúnmente a la pequeña burguesía Pero se plantea también para la clase trabajadora la cuestión relativa a la burguesía nacional. Porque en un país como México, fuertemente influido aún por los monopolios extranjeros, la lucha de clases no es sólo un fenómeno interno entre los asalariados y los propietarios de los instrumentos de la producción económica, sino también entre los intereses de la nación y el imperialismo. ¿Puede considerarse a toda la burguesía nacional como un instrumento del imperialismo? Evidentemente no. Sólo a una parte de ella, porque hay una contradicción de intereses entre la burguesía mexicana que quiere desarrollar sus negocios y la burguesía imperialista que quiera adueñarse del mercado interior y, además, del mercado de exportación de los productos nacionales.
Pero aparte de estos dos sectores de la burguesía, hay uno, que es el que se halla en el poder. ¿Qué intereses representa la burguesía que gobierna? No los intereses de cada una de las personas que la integran, sino el interés del conjunto de la nación en la medida en que la nación tiene intereses colectivos e indivisibles. No toda la burguesía se puede considerar como aliada o sometida al imperialismo, sino sólo aquella que está ligada económicamente a los monopolios extranjeros.
Pero en nuestro país existe, además, un hecho que lo diferencia de otros países y que consiste en que ha ocurrido un proceso de nacionalización de los recursos naturales del territorio y de las ramas fundamentales de la producción y de los servicios públicos. Este hecho no es insólito en el mundo; pero es peculiar de México. En el resto de la América Latina apenas se apunta el desarrollo con esa orientación. Tiene una importancia enorme porque ha creado una forma de capitalismo basado, por supuesto, en la propiedad privada de los instrumentos de la producción; pero con formas que corresponden a un país que todavía hace cincuenta años dependía de un modo absoluto del capital extranjero.
Cuando se piensa en que hace apenas medio siglo —la vida promedio de una generación—, dependíamos de un modo completo del capital extranjero y, particularmente, del norteamericano, y examinamos con criterio objetivo y crítico el panorama de hoy, tenemos que convenir en que el México actual es diferente del México de hace unas décadas, en lo que es substancial del proceso histórico de una nación cualquiera. El petróleo, la electricidad, el carbón mineral, los derivados del petróleo, todas las ramas de la industria energética estaban en poder de empresas extranjeras. Los principales transportes, comenzando por los ferrocarriles, pertenecían a empresas que tenían su sede en el exterior, que los habían constituido como un apéndice de la gran red ferroviaria de los Estados Unidos, para poder exportar con facilidad los minerales que aquí explotaban.
Dependían también del extranjero muchos servicios públicos, y el capital nacional estaba reducido a actividades menores, dentro de un mercado interno incipiente o insuficientemente desarrollado todavía. La industria manufacturera era la industria típica de un país colonial, y las finanzas estaban influidas por una cadena de bancos privados, agencias de las instituciones del crédito del exterior, que manejaban los más importantes negocios.
¿A qué se debió el cambio? Ante todo a la reforma agraria. El hecho de haber destruido la estructura económica del siglo xix, basada en el latifundismo, en la concentración de la tierra en pocas manos; el de haber distribuido la tierra entre un número considerable de trabajadores rurales; el de haber aumentado el número de productos agropecuarios —diversificando la producción—, creó un mercado nacional que no existía.
Por la primera vez, a pocos años de la aplicación de la reforma agraria, se fue formando un verdadero mercado nacional. Antes de la revolución había mercados regionales, porque la falta de comunicaciones y transportes hacía muy difícil el intercambio entre las zonas de producción y las zonas de consumo. Las haciendas eran las proveedoras de alimentos de las regiones próximas. Sólo los granos de las zonas agrícolas cercanas a las grandes ciudades formaban el mercado nacional.
La revolución cambió las cosas, y en la medida en que la reforma agraria se fue aplicando, el mercado doméstico se amplió y empezó a desarrollarse la industria de transformación para satisfacer la demanda creciente. La industria nacional de hoy, es fruto directo de la reforma agraria.
Pero si la revolución se hubiese detenido en la reforma agraria, aún cumplida totalmente; si se hubiera limitado a la aplicación de los derechos de la clase obrera, y no hubiera adoptado nuevas metas en el curso de su evolución, México sería en la actualidad una colonia de los Estados Unidos de Norteamérica.
¿Cuál es la causa del desarrollo de los últimos tiempos? La nacionalización. Ante todo, la nacionalización de los recursos físicos del territorio: el suelo, el subsuelo, las aguas interiores y las marítimas, los recursos forestales, etcétera. Y ante una llamada iniciativa privada que todavía hace unos años se proclamaba como el conjunto de las “fuerzas vivas” de nuestro país, aunque carecía de capitales fuertes y copada por el crédito extranjero, el Estado se vio obligado a asumir el papel no sólo de coordinador de la economía, sino de productor directo y de manejador de los intereses colectivos del pueblo y de la nación.
Estos son los hechos que nos han llevado a la situación actual, que podría definirse, desde el ángulo en que la considero, de capitalismo de Estado, que no persigue ganancias, y cuya mira política histórica consiste en lograr la plena independencia de la nación mexicana.
Por eso hay que preguntar: ¿Puede la clase trabajadora de nuestro país cerrar los ojos ante este proceso importante? ¿Debe o no debe apoyar la política de la nacionalización que adopta formas eficaces para el desarrollo, substituyendo el capital extranjero por el capital nacional y haciendo posible la liberación de México? Considero que la respuesta es obvia: la clase trabajadora debe apoyar esa política y contribuir a que se fortalezca, sin que esta actitud signifique, de ninguna manera, que la lucha de clases deba ser frenada o considerada como desaparecida, porque es un fenómeno congénito al régimen capitalista de producción y no puede desaparecer sino cuando ese régimen concluya históricamente.
Todavía hay quienes se atreven a afirmar que la lucha de clases debe desaparecer de nuestro medio. Pero debemos recordar que la naturaleza no esta constituida sólo por fenómenos de carácter físico, geológico, meteorológico y cósmico, sino también por fenómenos de carácter biológico y por fenómenos
sociales, puesto que el hombre habita la Tierra y es el transformador de la naturaleza. Esto significa que cuando se habla de la lucha de clases, siendo ésta un fenómeno social inherente al régimen capitalista de producción, se está hablando de un fenómeno de la naturaleza, que no desaparece sino cuando las causas que lo engendran desaparecen también. Decir que por un acto de la voluntad puede liquidarse la lucha de clases, equivale a prohibir las lluvias, las sequías, los temblores de tierra, el calor, el frío, la influencia cósmica sobre el pequeño planeta en que habitamos, y otros fenómenos de este carácter.
Cuándo se habla de los deberes de la clase trabajadora de nuestro país, no hay que olvidar que si se le plantea el problema de contribuir al desarrollo progresivo de la sociedad, no se está planteando la supresión de la lucha de clases. Sin renunciar a la elevación constante del nivel de vida, a mejores salarios, a una jornada de trabajo más reducida y al aumento de las prestaciones sociales, es indudable que la clase trabajadora tiene el deber de contribuir a la liberación económica de México respecto del extranjero. ¿Sólo por sentimiento patriótico? Sí, por sentimiento patriótico; pero no exclusivamente por ese sentimiento. También hay un interés propio de clase: en la medida en que México sea independiente del extranjero se va allanando el camino de la liberación histórica de la clase obrera.
Porque en la actualidad, la clase trabajadora, en términos generales, es doblemente dependiente: dependiente de la explotación natural del sistema capitalista de producción, y dependiente de la influencia perturbadora de los monopolios extranjeros. Uno o dos ejemplos bastarán para comprender el alcance de ésta mi afirmación. Hasta hace unos años todavía el salario de los obreros en las minas de nuestro país, no el mínimo, sino el de los obreros calificados, oscilaba según el precio de la onza de plata en el mercado internacional. ¿Qué pasa con las cosechas de verduras en la mejor región de esta rama de la agricultura que es Sinaloa? Mal año para la producción de tomates en el sureste de los Estados Unidos, en una parte de California y en el Hawai. Gran demanda del tomate mexicano. Buena cosecha, se cierra la frontera. Y lo mismo ocurre con el algodón y con el café, las fibras duras, particularmente con el henequén y otras mercancías que los monopolios norteamericanos obtienen de otros países y lanzan al mercado mundial.
Durante muchos años México fue un gran productor de garbanzo. Había dos mercados principales que absorbían ese producto: España en primer término, y Cuba en segundo lugar. Cambiaron las condiciones en la península ibérica, y las condiciones en Cuba y casi se suprimió la producción en Sinaloa y en Sonora. Los ejemplos pueden multiplicarse, porque casi no hay un producto nuestro que no esté sujeto a esas influencias.
Si nuestro país se va emancipando del extranjero, tiene que pensar en una cosa fundamental: el mercado interior. Porque cuando un país se desarrolla a tal punto que la principal clientela, para su producción, está constituida por los compradores nacionales, los excedentes no pueden detener el desarrollo económico. Pero cuando un país vive principalmente de lo que vende al extranjero, es que no ha alcanzado todavía su verdadera independencia.
Liberar, pues, a nuestro país del extranjero, es facilitar el camino de la clase trabajadora. En consecuencia, hay que luchar por la política de la nacionalización sistemática de nuestros recursos y de nuestras ramas fundamentales de la producción y de los servicios.
En el caso de los trabajadores del Estado, hay que hacer algunas consideraciones complementarias. El Estado en México es un patrón. Esta es una conquista de la clase obrera. Muy pocos de los maestros que están en esta sala saben que quien sentó el precedente de que el Estado es patrón en México, respecto de los maestros, fue el movimiento obrero, a través de la Federación Nacional de Maestros fundada en el año de 1926, que fue la primera organización sindical del magisterio. Había una huelga en el puerto de Veracruz, seis meses hacía que no se pagaban los salarios de los maestros dependientes del municipio y del gobierno del estado. La naciente federación peleó, y después de largas y enojosas discusiones en presencia del pueblo, como en los viejos cabildos de España, el alcalde, que era un hombre de la clase trabajadora —vendía pescado en el mercado—, dijo: tienen razón, yo acepto que el ayuntamiento es patrón de los trabajadores.
La Federación Nacional de Maestros logró que se hiciera un acta bien fundada desde el punto de vista jurídico y social, y dos o tres semanas después, con motivo de una huelga en los trabajadores de camiones de la ruta de Azcapotzalco, hubo otro precedente igual, hasta que logramos que se llegara a la jurisprudencia reconociendo que el Estado en México es un patrón respecto de sus servidores.
Ahora ese patrón es muy poderoso. Porque antes se reducía su jurisdicción a los empleados de la administración pública y a los maestros de escuela; en tanto que hoy, trata con los sindicatos más poderosos del país, los de los organismos descentralizados: los Ferrocarriles Nacionales, Petróleos Mexicanos, las empresas de la electricidad, etcétera. En esta gran lucha, lucha histórica, el snte ha tenido un papel muy valioso, por haber surgido del movimiento obrero y haber conservado con él ligas muy profundas.
Por otra parte, en el caso de los trabajadores del Estado, además de exigirle al Estado, como patrón, mejores condiciones de vida, es indudable, asimismo, que tienen la obligación de impulsar a los organismos descentralizados que por el proceso de nacionalización de la economía y de los servicios se han establecido. ¿Para qué? Para que vigilen el cumplimiento de los objetivos para los cuales fueron creados esos organismos.
¿Qué es lo que distingue a una empresa del Estado de una empresa privada? La finalidad de la producción o del servicio. Toda inversión privada persigue las mayores ganancias posibles. Toda inversión del sector público persigue los mayores beneficios posibles para la comunidad, para el conjunto de la sociedad. Por esta razón, las medidas recientes del actual gobierno para coordinar la labor de los organismos descentralizados, y para que sus ingresos y egresos sean aprobados por la Cámara de Diputados, y otras medidas semejantes, son normas valiosas para el éxito de la economía nacionalizada.
Todo esto quiere decir que la clase trabajadora no puede colocarse al margen del proceso histórico y dejar que la burguesía realice la tarea de hacer progresar a nuestro país con independencia. Esta misión histórica le corresponde, precisamente, a la clase trabajadora, como abanderada de las luchas del pueblo.
El magisterio es un sector de la clase trabajadora que sirve al Estado. Tiene el derecho de progresar económicamente; pero tiene también otra misión que cumplir, una muy alta tarea: la de contribuir a la formación de la conciencia nacional de sus habitantes, educando a las nuevas generaciones y a los adultos. Por esa razón, cuando los trabajadores de la producción y de los servicios hacen de sus sindicatos escuelas de adoctrinamiento, de preparación teórica para la lucha de clases, están cumpliendo con su deber; pero cuando los maestros de escuela en todos los niveles de la enseñanza, además de hacer de sus agrupaciones escuelas de preparación para la lucha de clases en el ámbito de nuestro país, son conscientes de que su finalidad suprema es la de formar el nuevo tipo de hombre que México necesita, nada es comparable a esta labor por su trascendencia histórica.
Los regímenes de la producción material son reemplazados por otros cuando surge un movimiento social profundo, es decir, una revolución. La producción basada en los esclavos fue sustituida por la producción basada en los siervos de la gleba; pero las ideas de la etapa esclavista se mantuvieron todavía dentro del sistema feudal. Cuando la burguesía revolucionaria en el escenario de Europa alcanza el poder y liquida el feudalismo, el sistema de producción feudal se derrumba; pero las ideas del feudalismo continúan aún dentro del sistema capitalista. Cuando el capitalismo desaparece porque es reemplazado por un sistema más avanzado, que es el sistema de la producción socialista, todavía las ideas de la etapa capitalista sobreviven dentro del nuevo régimen social.
Y no solamente existen esas supervivencias, sino que hay entre ellos un encadenamiento. No ha habido interrupción entre el pensamiento más antiguo de la humanidad y el pensamiento actual. Aun cuando no se acepte, el pasado, siempre es motivo, por lo menos, de referencia, dentro del debate de las ideas, a través del tiempo y del espacio.
Muchas cosas deben morir en México, en la conciencia de los mexicanos, correspondientes al pasado: ideas y prejuicios nacidos de la ignorancia; temores, miedo al porvenir; sentimientos nobles, pero equivocados, como el de un nacionalismo estrecho, cerrado, sin ligas con la perspectiva de la humanidad, o el concepto aldeano de una cultura local, que pretende bastarse a si misma.
Nosotros, los hombres de esta generación y los de la nueva, ya no pensamos como nuestros padres y nuestros abuelos, porque ellos vivieron en etapas que han sido rebasadas por la historia. Sin embargo, muchas de las normas del pensamiento del pasado todavía se esconden en todos, en la conciencia individual, en el seno del hogar, de la familia, en el lugar de trabajo y en el ámbito del país. Los maestros tienen la tarea de contribuir a que ese pasado que debe desaparecer, no siga teniendo influencia en el pueblo; pero para lograr este objetivo, es necesario reemplazar las ideas del pasado por nuevas ideas.
Por ventura para México, no hay nada que inventar a este respecto. El artículo tercero de la Constitución contiene para el periodo histórico que estamos viviendo, una tesis muy positiva acerca de las tareas pedagógicas, sociales y políticas de los maestros. Sin el artículo tercero, ni la revolución de Reforma ni la revolución que se inició en 1910, podrían encauzarse sistemáticamente desde el punto de vista de la formación ideológica de las nuevas generaciones.
Cuando pensamos —y eso lo saben los compañeros dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y los compañeros de sus secciones, que han ido a las asambleas internacionales del magisterio—, que todavía en Francia, en este año, en la patria de la revolución democrática, con la cual su inaugura la etapa moderna de la humanidad, en el país de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, se está discutiendo si la escuela pública
debe ser laica o no, es muy satisfactorio leer otra vez el artículo tercero de nuestra Carta Magna. Cuando en reuniones del magisterio se discute todavía, aunque parezca increíble, si los maestros de escuela deben considerarse como proletarios o no, porque la palabra proletario los ofende —sin meditar en su verdadero contenido—, o si deben estimarse como gentes de la clase media, es decir, una clase superior a la clase trabajadora, es muy placentero volver a leer el artículo tercero de la Constitución.
Por eso es tan violentamente atacado el artículo tercero; pero ya sin esperanza de éxito. Es inútil que las fuerzas regresivas de nuestro país pretendan derogar el artículo tercero, como sería inútil si emprendieran la lucha para derogar el artículo 27 o el artículo 123 y otras de las normas supremas del derecho público mexicano, porque esas instituciones vienen de muy lejos.
En estos días en que hemos recordado a Morelos, los que descubren la historia súbitamente, porque no habían meditado en su contenido, se asombran de que en las orientaciones del gran caudillo de la insurgencia se encuentran ya los gérmenes, las bases de la organización constitucional actual de nuestro país. Hace unas semanas, hice un cotejo entre cada uno de los “Sentimientos de la Nación” de Morelos, y los artículos de la Constitución actual. Excepto la disposición relativa a las relaciones entre la Iglesia y el Estado, que corresponden a una situación diferente a la de hoy, todos, absolutamente todos los “Sentimientos de la Nación” corresponden a normas precisas de la Carta Magna. En el pensamiento de Hidalgo se hallan también los trazos del México del porvenir. Los dos fueron figuras geniales en su tiempo y para todos los tiempos. Por eso, hablar de derogar el artículo tercero, el 27 o el 123, es pretender luchar contra la historia de un país viejo en el combate por la libertad y por el progreso.
Compañero Robledo, compañeros dirigentes del snte, compañeras maestras y maestros: ojalá que estas consideraciones que no son, por supuesto, exhaustivas en cuanto al tema sobre el que acabo de discurrir, puedan servir de meditación y de estudio sistemático de los problemas que planteo. Creo que así puede ser, porque en alguna ocasión, no muy lejana, dije que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación al cual yo me honro en pertenecer como miembro de la sección 10, aunque no milite en sus filas, se encuentra en la vanguardia de los movimientos sindicales de México, porque se preocupa tanto de los problemas económicos y las reivindicaciones sociales del pueblo, como de los grandes problemas nacionales o internacionales, ya que nada de importancia, de lo que ocurre en el mundo le es ajeno.
Cuando una agrupación, como el snte, lucha al mismo tiempo por mejores salarios para sus miembros, por mejores garantías, mejores servicios, más amplia preparación profesional y levanta su voz en favor de la política internacional de México. Sostiene y explica qué son los principios de autodeterminación y de no intervención y hace oír su voz enérgica de protesta por la invasión de Santo Domingo y por la guerra infame que el imperialismo yanqui mantiene en Vietnam, la clase trabajadora de nuestro país debe sentirse satisfecha de la obra que cumple el magisterio de nuestra patria. Yo así lo reconozco.
yo nada mas leo criticas me gustaria leer propuestas
ResponderEliminaryo por eso soy un empresario y mando a mis hijos a escuela privadas para que yo como profesionista y empresario puedo exigir alos amestros para la educacion de mis hijos por eso les pago y tienen que dar resultados contundentes y si no pueden que dejen mejor a otros que si puedan educar a nuestros hijos y correr a los maestros que no sirven, yo si apoyo al PRI Y AL VERDE ECOLOGISTA, DI SI AL BONO EDUCATIVO.
ResponderEliminaryo no veo mas allá de mi naríz y como sucede en la cadena alimenticia cada quien se come a quien y si hay a quien fregar, friego, verdad empresario de a peso, no seas tonto y no veas más alla de tus intereses, o de tu situación económica, piensa en los más pobres del país, no se trata de dar bonos a lo loco, te doy un consejo ,informate bien, sucede que en la region donde vivo ya son dos escuelas en las cuales se les ha cortado la luz por que el recibo llegó carisimo y la sep,ni autoridades civiles no son capáces de resolver el problema y los padres deben pagar, de qué sirve que haya enciclomedia, ventiladores,etc. sabías que elba esther gordillo está detrás de todo esto, y que hace mucho tiempo no trabaja de maestra pero si cobra más que un maestro y me pregunto entonces ¿qué innovador puede tener,los politiquillos qué pueden aportar cuando hay gente que no tiene un nivel académico elevado? bueno son tantas cosas que estan mal, pero no todo lo que escuchas te creas, mejor investiga, y ya bien bien informado y seguro de lo que dices entonces propones, ok. Te escribe una persona que sí se preparó y estudió y que trabaja como profesora y que no tengo temor a lo que se presente simplemente analizo las cosas y veo que no es lo más conveniente para los niños de MÉXICO, el futuro de nuestro país.
ResponderEliminarMIRE MAESTRA PARA QUE HAYA CALIDAD DEBE HABER UNA COMPETENCIA Y CON EL BONO EDUCATIVO LA EDUCACION SERIA GRATUITA LA SEGUIRIA PAGANDO EL GOBIERNO FEDERAL PERO CON SISTEMA DIFERENTE AQUI EN PUEBAL ESTAMOS TRABAJANDO ESTE PROYECTO CLARO CON LA AINICIATIVA DEL PARTIDO VERDE ECOLOGISTA Y CON EL APOYO DEL RPI LOGRAREMOS ESTA GRAN REFORMA COMO TAMBIEN DESAPARECER LOS SINDICATOS QUE SOLO CORROMPEN A LA SOCIEDAD MEXICANA Y USTEDE COMO MADRE DE FAMILIA RECIBIRIA SU CHEQUE Y MANFADRAIA SU HIJA A LA ESCUELA DONDE LE DEN MEJOR RESULTADO Y LOS MAESTROS CON EL PERDON DE LA PALABRA INCOMPETENTE SE SALDRAIAN ELLOS MISMOS, YO ESTUDIE EN JAPON, PARTE EN ESTADOS UNIDOS Y FRANCIA Y ESO LES FUNCIONO Y ESOQ QUE ESTABA PEOR LA EDUCACION EN ESTOS Y OTROS PAISES......Fue hasta 1992 cuando el gobernador de Wisconsin decidió aplicarla, a manera de prueba, en el pequeño condado de Milwaukee en las escuelas de educación elemental.
ResponderEliminarLos resultados fueron positivos, sorprendentes y rápidos. Las escuelas cambiaron su apariencia, aquellos edificios viejos, descoloridos y con ventanas rotas de pronto vistieron de nuevos colores, desaparecieron los grafittis, las ventanas lucían como nuevas. Pero también se observaron cambios en la conducta de los profesores: empezaron a llegar temprano, preparaban sus clases, platicaban con los padres de familia…una transformación increíble.
¿A qué factores se debía tanto cambio si el Estado estaba gastando exactamente lo mismo, las escuelas tenían a los mismos directivos, los alumnos casi eran los mismos al igual que los profesores y los inmuebles? El milagro del cambio se dio por una idea muy simple de Friedman (premio Nóbel de Economía). La propuesta consistía en que el gobierno dejara de subsidiar a las escuelas, es decir, desaparecieran los cheques quincenales emitidos por el Estado para el pago de los profesores, directivos y trabajadores; ya no se destinarán presupuestos para el mantenimiento de edificios, ni compra de gises.
Todo ese gasto programado desde las oficinas del Estado se eliminó de tal forma que las escuelas no recibían ni medio centavo de parte del gobierno. Pero esto es sólo la primera parte del proyecto. La segunda parte consistía en la creación del sistema de vouchers. En realidad eran cheques que se entregaban directamente al alumno o padre de familia para que con ellos pagaran la colegiatura en la escuela que libremente eligieran para sus hijos.
Estos vouchers no los podían recibir las tiendas o cantinas, ni se podían transferir a otros alumnos. Vale la pena señalar los rasgos de este nuevo sistema de financiamiento a la educación.
1. El Estado seguía subsidiando a la educación, pero los dineros ya no iban a la oferta (las escuelas), sino a la demanda (los alumnos). Cada mes el alumno va al banco para recoger su voucher y pagar la colegiatura.
2. La educación seguía siendo gratuita pues a pesar de que los alumnos pagaban, ese dinero no salía del bolsillo del alumno ni del padre de familia, sino del subsidio que el gobierno daba directamente al alumno.
3. El alumno o padre de familia era libre de elegir la escuela pública de su preferencia. Si no le gustaba los servicios del plantel, podía cambiar de escuela. Es un sistema de premio y castigo.
4. Cada escuela ya no recibía dinero directo del gobierno sino de los estudiantes, mediante el pago de colegiaturas. Se trataba de un subsidio indirecto de tal suerte que la escuela debía sentir y saber que sus ingresos dependían de la cantidad de alumnos que pudiera conquistar y retener. Si tenía muchos alumnos, tenía mucho dinero. Los economistas austriacos le llaman “sistema de riesgo” porque las escuelas públicas se comportan como si fueran empresas privadas que sufren el riesgo de quebrar si no dan buen servicio, pero también tienen la posibilidad de ganar sin límite si son capaces de satisfacer al cliente.
ResponderEliminar5. El gobierno otorgaba total autonomía para que la escuela gastara los dineros como mejor considerara. Podía determinar sus sueldos, compras de nuevo equipo, construcción de nuevas aulas, equipamiento de talleres, etc.
6. También tenían el derecho de contratar o despedir libremente a trabajadores y profesores, así como dictar sus propias políticas de seguros, salud, etc.
7. La organización interna para la toma de decisiones quedaba al criterio absoluto de los profesores. Podían organizarse como cooperativa, como sociedad anónima, con un dictador o como ellos decidieran libremente (sin intervención del gobierno).
Se pueden sintetizar estas observaciones diciendo que el sistema de vouchers rompió la administración centralizada del Estado y permitió la creación de un mercado competitivo en el campo de la educación. En efecto, la libertad del “cliente” para elegir escuela obligó a profesores y directivos a dar su mejor esfuerzo.
El gobierno no les coaccionaba, pero todos sabían que si no trabajaban bien, no tendrían “clientes” y por lo tanto, tampoco tendrían recursos para vivir. Hasta la fecha, no se sabe que alguien se haya muerto por este nuevo sistema, al contrario, sus virtudes han sido tales que se generalizó a todo el estado de Wisconsin. Más aún, ya se aplica en otros estados de la unión americana y la promesa de campaña de George Bush fue que introduciría el sistema en todos los Estados Unidos.
En Suecia se aplicó al sistema universitario con excelentes resultados y ya se extiende a otros países de Europa y América Latina. En México, las autoridades educativas han puesto oídos sordos, el Congreso y los sindicatos sienten pánico de esta propuesta y prefieren ignorarla. Por suerte para México, un gran hombre y gran empresario acaba de manifestar su simpatía por esta idea y muestra su disposición de impulsarla para reformar el sistema educativo mexicano.
En efecto, Ricardo Salinas Pliego, presidente de TV Azteca, en su discurso para inaugurar el período escolar 2004-2005 ha conminado al Sr. Presidente Vicente Fox que se aplique el sistema del BONO EDUCATIVO a todas las escuelas y universidades del país. La propuesta del Sr. Salinas es incluso más revolucionaria que la original de Milton Friedman pues propone que el alumno tenga el derecho de elegir una institución pública o privada.
De esta forma, la competencia sería mayor y los resultados mejores pues los alumnos no estarían cautivos para elegir sólo escuelas de gobierno. Tengo grandes esperanzas que la voz del Sr. Salinas Pliego sea bien escuchada incluso por aquellos sindicatos que realmente muestran interés por mejorar la educación en México. No nos queda otra que invitar a todos los ciudadanos a apoyar la propuesta de Ricardo Salinas Pliego para iniciar la reforma de nuestras escuelas y universidades mediante el Bono Educativo.
COMITE SECCIONAL DE LA 51
ResponderEliminarCOMUNICADO:
"cuando se anda con exito; los perros ladran" esta claro que los charros andan denostando y difamando, los maestros inteligentes notamos que aqui se vienen a escribir lo que en sus pinches trabajos no pueden ni decir. pero ahorrense sus sandeces. aca no pueden convencer con su discurso charro. aqui quien trabaja se gana la credibilidad. estamos contra la alianza de chuki gordillo y hasta que caiga seguiremos luchando, estamos contra erick y cirilo, contra plutarco marin y fecal. estamos contra la corrupcion de los partidos incluso el pri. no vamos a parar. asi que señores sus comentarios estupidos no nos hacen mella estamos mas puestos que nunca contra los traidores a la humanidad. arriba la lucha magisterial
La SEP, acorralada
ResponderEliminarLe siguen lloviendo las demandas por actos de corrupción
Samuel Vera
El pasado 14 de julio se presentó ante el Tribunal de Arbitraje del estado, una demanda laboral más, en contra de la Secretaría de Educación Pública (SEP), por parte de la Secretaría de Finanzas y de José Alonso Trujillo Domínguez, director de Relaciones Laborales del sistema educativo poblano, por despido injustificado de Georgina Andaluz Reyes Ortiz, quien exige su reinstalación, el pago de salarios y prestaciones.
La otra demanda formal que tiene la secretaría, es de Omar Paredes Codero, quien acusa a Óscar Emilio Carranza León, encargado de la Dirección de Formación de Docentes, de conducta ilícita y de abuso de poder, “quien me pidió la cantidad de 30 mil pesos a cambio de no causarme problemas”.
La demanda ya tiene luz verde de parte de las autoridades y el funcionario de la SEP acusado, tendrá que comparecer el próximo 21 de julio ante la agencia anticorrupción, a la una y media de la tarde, para responder por la demanda interpuesta.
Lo que lamenta el trabajador despedido, es que ninguna oficina del estado de Puebla que recibió la queja correspondiente y la denuncia presentada por oficio, dio respuesta formal a la solicitud, a pesar de que tiene la obligación de contestar en 30 días en términos de ley, “solamente la presidencia de la república se mostró interesada en darle seguimiento a mi caso, pero en Puebla nadie dice nada”.
La demanda laboral presentada por Paredes Cordero tendrá resonancia el próximo 4 de agosto, cuando se presente ante los tribunales para emplazar a la Secretaría de Educación Pública, que tendrá, por ley, cinco días para contestar la demanda laboral, “aunque parece que todas las autoridades poblanas lo quieren encubrir, porque no hacen nada para solucionar el asunto”.
En el conflicto, hay demasiados intereses y un asunto preocupante de corrupción por venta de plazas, incluso, hay versiones de ofertas sexuales para terminar con el conflicto, lo que resulta violatorio en el código de ética de los servidores públicos del gobierno del estado, “siempre nos dicen que el asunto se puede arreglar, pero nos exigen otras cosas a cambio”, afirmó Reyes Ortiz.
Lo que viene es interesante, porque la SEP tendrá que demostrar ante los tribunales que Georgina Andaluz, vendió plazas en la secretaría, razones por la que la despidieron y del caso existe un documento firmado por el director de Relaciones Laborales, José Alonso Trujillo Domínguez, quien deberá presentar las pruebas correspondientes porque en el oficio SEP-8.2.2-DAL/1437/2009, asegura que tiene antecedentes documentales para demostrar venta de plazas de parte de la demandante.
Se quedan calladitas
* SEP
* Sedecap
* Sección 51 del SNTE
* Tribunales estatales
Un cómplice más
El delegado de la Sedecap ante la SEP, Víctor Javier Guadarrama Rojas, conoce el caso desde hace varios meses y no se atreve a emitir ninguna postura, lo que lo convierte en cómplice.
Venden lugares en el CENCH y el CEM
ResponderEliminarReciben “con los brazos abiertos” —denunciaron padres de familia— a todos aquellos provenientes de otras escuelas que pagan para asegurar su estancia
Samuel Vera
Padres de familia de diversos centros escolares de la capital poblana se quejaron de que autoridades centrales dejaron a sus hijos fuera de la secundaria y de la preparatoria porque, supuestamente, no pasaron el examen de ingreso, “aunque nuestros hijos vienen desde preescolar y se formaron aquí, no es justo que le den cabida a gente externa que solamente ingresa porque entregan dinero a algunos directivos”.
Lo que no entienden es por qué la Secretaría de Educación Pública (SEP) no interviene y soluciona el problema de la corrupción, que es evidente y que afecta a los estudiantes que vienen desde nivel preescolar de los centros escolares, pero permiten la entrada de alumnos externos, quienes entraron con todas las facilidades.
Los hechos denunciados se presentan en el Centro Escolar Morelos (CEM) y en el Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH), donde más de 50 padres de familia alegan que la venta de espacios es una constante, sin que las autoridades de la SEP hagan algo por evitarlo; “eso los hace cómplices”.
Lo que lamentan los padres de familia, quienes solicitaron la gracia del anonimato por temor a represalias, es que las inscripciones están avanzadas y no encontrarán lugares para sus hijos en otras instituciones pero, además, “nuestros hijos tienen buenos promedios; nos dicen que no pasaron el examen de admisión cuando vienen desde preescolar”.
Intolerancia Diario constató que los hijos de los denunciantes tienen promedios altos, por arriba de 8.5, pero ya les dijeron que no serán aceptados en la secundaria de los centros escolares; “dejaron entrar a muchos de nuevo ingreso, dicen que tuvieron que pagar una cuota entre 8 y 10 mil pesos”. Sin embargo, no hay interlocución con las autoridades centrales, quienes solamente les indican buscar otras opciones.
“Pedimos una revisión pero no nos quieren mostrar los exámenes; eso sí, apenas nos hicieron comprar el traje de gala, y ya dejaron fuera a nuestros hijos”.
Lunes, 20 de julio de 2009 La Jornada de Oriente - Puebla - Educación
ResponderEliminarDisidencia magisterial inicia programa educativo, como una alternativa al de la SEP
ARTURO ALFARO GALÁN
Integrantes del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP) comenzarán este día la aplicación de un programa piloto denominado “La escuela que nosotros queremos”, en el que pretenderán modificar el esquema tradicional de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para abordar la solución en el salón de clases sobre las diferentes problemas de las regiones del estado.
Asimismo, introducirán enseñanzas, lecturas y reflexiones relacionadas con el ala disidente del magisterio, a fin de conseguir el apoyo de los padres de familia y de los alumnos para continuar su lucha en contra de la aplicación de la Alianza por la Calidad en la Educación (ACE), que podría traducirse en manifestaciones, movilizaciones y demandas legales en contra del gobierno del estado en el próximo ciclo escolar, 2009–2010.
Así lo informó Miguel Guerra Castillo, vocero de la disidencia magisterial, quien apuntó que el modelo alternativo iniciará su aplicación piloto en escuelas de Huauchinango, Ciudad Serdán, Tehuacán, Teziutlán, Cholula y Puebla, donde la base disidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tienen mayor presencia.
“Es una construcción educativa, una propuesta alternativa de nuestros compañeros que tiene mucha creatividad. No es un programa específico con clases o talleres. Lo interesante es que vamos a tratar de abordar la problemática de cada región con una pedagogía diferente. No buscamos que los estudiantes emigren a otras ciudades para buscar chamba, sino enfrentar y tratar de ayudar en los problemas de sus comunidades”, abundó en entrevista.
La aplicación del programa “La escuela que nosotros queremos”, refirió Guerra Castillo, es la prueba piloto para que el próximo ciclo escolar 2009–2010 –que inicia el 24 de agosto– los maestros de la disidencia magisterial puedan impartir cursos y talleres con los fundamentos que se necesitan en cada región.
“Esta es una nueva forma de educar, queremos una escuela crítica, que nos abra la mente y que nos muestre las herramientas para salir adelante en nuestra comunidad, en hacer algo por nuestro entorno. Queremos ir construyendo mejores condiciones con una verdadera calidad en la educación”, acotó el vocero de la disidencia magisterial, quien detalló que los profesores no recibirán un pago extra por el tiempo que se invierta en cada aula escolar.
En contraparte, la SEP estatal y los secretarios generales de las secciones 23 y 51 del SNTE, Eric Lara Martínez y Cirilo Salas Hernández, respectivamente, instalaron el funcionamiento del programa oficial “Escuela siempre abierta”, a fin de promover en las aulas el desarrollo cultural, la práctica del deporte y el aprovechamiento del tiempo libre para los alumnos de educación básica durante el periodo vacacional.
En el estado de Puebla este programa se desarrollará en 362 instituciones educativas en el estado con la participación de 2 mil 172 profesores y 362 auxiliares, quienes esperan recibir a más de 36 mil alumnos de primaria.
saludos a todos los maestros que integran este movimiento.
ResponderEliminarpara el según "EMPRESARIO" la propuesta es buena pero lo que el no sabe o se niega a aceptar es que esos paises tienen otro tipo de economia,y sus gobernantes asi como se enriquecen tambien intentan aportar a su pais cosa que en méxico no pasa,esos paises no dependen de la economia de otro pais como en méxico, en esos paises no existe un alto grado de pobreza como en méxico,son algunas de las tantas diferencias y que no olvide que asi como se les exigira a los maestros tambien a los alumnos y si el alumno no rinde tendria que buscar una escuela de acuerdo a su capacidad y por favor que fue lo que hizo Vicente fox solo comprarle ropa a su mujer y si usted se fue a estudiar a otros paises no fue gracias al dinero del gobierno sino de todos los que pagamos impuestos ya que ese es el dinero que maneja el gobierno por si no lo sabe e.
y al maestro GUERRA y asus compañeros que realizarón esta propuesta educativa mis respetos y felicitaciones ya que para una mejora educativa se debe tener en cuenta el contexto del niño(social,economico)en toda su extención a si como los materiales con los que cuenta el profesor.
y para ese tal Erick su programa es una excusa a los errores que ha tenido como dirigente del SNTE y como alumno "normalista" y creo que solo pago su incripción pero nunca entro a clases que pena ya que deja en mal a otros que si nos esforzamos.
besitos bye.
nunca dejen de sonreir y muchas gracias.
Cuanta falta nos hace compañeros una base idelogica sindicalista pura como la que profeso el maestro Vicente Lombardo Toledano, con esta formariamos a los verdaderos luchadores sociales que necesita nuestro movimiento evitando asi a los arribistas que tanto daño nos han hecho, ojala visitaran las regiones nuestros lideres en su particular caso el maestro Guerra cuya trayectoria ha sido intachable beneficiando asi la nobleza del movimiento es por esto que lo invito a la region de TEZIUTLAN para volver a prender la llama de esta lucha.
ResponderEliminar¡¡¡POR LA DEFENSA LA EDUCACION GRATUITA HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!!
me gustaria saber que escuela llevaran a cabo el proyecto por que mencionar es facil demostrarlo es lo dificil yo creo que si estan convencidos se deben a dar a conocer las escuelas claro sino tienen miedo
ResponderEliminarvamos por partes, primero quisiera decirle a la vieja chismosa que hace los comentarios de mariano rolon, que la mayoria de la gente tiene errores en el pasado, lo que cuenta es la participacion en el movimiento, ademas los que verdaderamente buscaban un beneficio dentro del movimiento pues ya se fueron a chingar su madre y seguirle chupando los testiculos a los charros, un ejemplo de esto son los de educacion fisica(con sus excepciones,mis repetos) quienes demostraron ser mas putos que los dizque lideres Erik y cirilo, pero en fin,y el tal Rolon pues aqui sigue y si beneficios son una bola de madrazos y la carcel ¿quien le entra?
ResponderEliminarcon lo que respecta al empresario que comenta sus ideas en este espacio, quisiera felicitarlo, ya que no es comun que un señor que se dedique a las grandes empresas se digne a escribir en este humilde blog, y mucho menos que siendo millonario aboge por un bono, osea que buena honda señor empresario, y que nos cuenta ¿como va la venta de tlayoyos, o que dice la cadena de puestos de huaraches en las esquinas, hijo de tu puta madre si tu eres empresario entonces yo soy el que embarazo a tu madre pero te abandone por que desde que naciste no sabia si eras humano o excremento, por que leiste un poco sobre educacion piensas que vas a engañar a todos, quizas engañes a los charros, esos pendejos si creen todo, por algo estan sirviendo de escalon o de trampolin a los mas corruptos para mantener el poder, y señor empresario iluminenos con su basta educacion adqurida en las escuelas del extranjero ¡aja! comentenos una cosa tan clara como el agua pero que los pendejos(charros) no quieren entender, si el tan atinado gobierno federal anda chillando por aumentar los impuestos por q no haya le manera de salir de la crisis en la que nos hundio, de donde madres sacaria para su pinche bono?, que no te das cuenta pendejo el pais en el que vivimos, estas hablando de modelos aplicados en paises primermundistas, en donde no creo que cada semana se roben unos cien equipos de enciclomedias, como en nuestro mexico, primero tendrian que costruir y reconstruir miles de edificios escolares, y de donde madres van a sacar los miles de millones que se necesitan para esto, para que tu propuesta empresario verde y pederasta(marin) funcione, necesitariamos gobernantes honestos, una economia prospera y firme, ciudadanos con otra cultura(NO corruptibles), casi nada, verdad?...pero en fin gracias por escribir, ya que gracias a ti los democraticos reafirmamos nuestros ideales, y aunque sabemos que quiza nunca cambiemos a los pendejos como tu, seguimos en la lucha, por que no necesitamos modelos ficticios sino acabar con la lacra de los lideres sindicales y funcionarios corruptos y autoritarios.
¡COMPAÑEROS DURO CONTRA LOS CHARROS Y CONTRA LA ACE!
¡SI DIOS QUIERE RESURGIREMOS!
¡HAGAMOS NUESTRA PARTE COMO VERDADEROS MEXICANOS Y MEXICANAS!
¡EL CHARRO VIVE HASTA QUE EL DEMOCRATICO QUIERE!
El vocero del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores al Servicio de la Educación, Noé Rivera, prometió transparencia y diferencias con respecto al SNTE.
ResponderEliminarKarina Avilés
Publicado: 21/07/2009 16:20
México, DF. Con la presencia de Carlos Jongitud Carillo, hijo del ex líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a quien la asamblea aclamó como su líder moral y la repartición de cientos de tortas y bolsitas con comida, se constituyó el Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores al Servicio de la Educación.
Su vocero, Noé Rivera, quien hasta hace unos años fue operador político de Elba Esther Gordillo, prometió transparencia y diferencias con respecto al SNTE.
Incluso, señaló que aquel que haga referencia a su derecho de huelga será expulsado y también dijo que están impedidos por el estatuto para realizar marchas o manifestaciones en la calle.
“Ningún miembro de este sindicato dejará las clases, dará la espalda a los niños de México, este sindicato no va afectar a ningún agremiado que por un grupo no protesta de derechos legítimos deje de cumplir sus labores”.
El nuevo gremio servirá para hacerle contrapeso al SNTE.
Palabras clave:
Empieza el PRI a mover sus piezas rumbo al 2012... Jonjitudes?, Salinas?, qué sigue? Durazos?, López Poritllos?, Echeverrias? de la Madrides?
ResponderEliminararticulo de la jornada:
ResponderEliminarA un año de su fundación, el CDMP reitera su lucha a favor del pueblo
Conquistas como la educación laica y gratuita “costó muchos años de lucha y mucha sangre”, dijo Gilberto Maldonado, secretario general de la sección 23 democrática, en el primer aniversario del CDMP
“La lucha no es exclusiva de los maestros, sino por los intereses del pueblo”, dijo Gilberto Maldonado Maldonado, secretario general de la sección 23 democrática en Puebla, al hablar del trabajo del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP), al cumplirse un año de su conformación, tiempo en el cual han sufrido intimidaciones en diferentes ámbitos, lo cual no les hace desistir de sus objetivos primordiales.
Hace un año en esta ciudad un grupo de maestros decidió iniciar una lucha que, desde el inicio, sabían que no sería fácil y podría tener consecuencias fuertes, pero a pesar de ello, decidieron participar para poner un alto a los atropellos que desde la cúpula del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se cometían sin que ningún docente alzara la voz.
Fue él el que se comenzó a escuchar entonces y cada vez con más compañeros convencidos de que no era una organización surgida de las ocurrencias o la improvisación, sino producto de la reflexión y el compromiso de defender los intereses tanto de los docentes como de los padres de familia.
Los fundadores de este movimiento, así como quienes en el transcurso del año se han sumado a la causa, se reunieron ayer en esa localidad para celebrar su primer aniversario y dejar claro que no se detendrán hasta hacer que sus demandas se atiendan, entre las cuales destaca la cancelación de la Alianza por la Calidad Educativa (ACE).
Conquistas como la educación laica y gratuita “costaron muchos años de lucha y mucha sangre”, dijo Gilberto Maldonado, quien señaló que esa es una de las causas que defiende el CDMP porque se trata de un derecho constitucional que actualmente casi se elimina en la práctica y hay el riesgo de que hasta se borre en la ley.
“La lucha no es exclusiva de los maestros, pues van de por medio los intereses de los padres de familia, los intereses del pueblo”, subrayó el entrevistado al destacar que por ello sería “inmoral y antiético quedarnos agachados y cruzados de brazos, aquí van de por medio los intereses de la sociedad”.
Resaltó que al parecer ya los padres de familia entienden que el CDMP, que ahora ya se extiende a todo el país, tiene razón al abanderar la defensa de la educación gratuita pues justo en estas fechas es cuando se comprueba que el gobierno no cumple con esa disposición legal, ya que se imponen cuotas en todas las escuelas disfrazadas de “voluntarias” para condicionar el ingreso de los alumnos.
Dijo que la intimidación y hostigamiento del gobierno ha sido muy fuerte, y como prueba citó los hechos ocurridos el pasado 10 de junio con la detención de varios de ellos, pero indicó que en cierto modo tales acontecimientos fortalecieron más al Consejo Democrático Magisterial Poblano y advirtió que se mantendrán en la lucha que ahora se vendrá a reforzar con una labor en el terreno ideológico. Durante el día los maestros, de las 19 regiones del estado participaron en una conferencia magna sobre la ACE y en una marcha–mitin.
compas: la lucha sigue, somos guerreros y tenemos la razón. sigamos demostrando que somos diferentes y la mejor opcion
para el del comentario del 22 de julio del 2009 de 19:27 ¿de qué lloran los quemados? de ardor,ahorrate tus comentarios que no nos hacen cambiar nuestros ideales, nosotros si seguimos firmes y la ace en puebla no la hace,lo que no sabes es que en el movimiento habemos gente con caracter y pensamiento firme que no nos hacen cambiar de opinión, como a ustedes los charros que ya estan programados para repetir lo que la choqui dice, es más ya no piesan por que los condicionan con un simple hueso,¡ANIMO COMPAÑEROS DEMOCRATICOS, QUE LOS COMENTARIOS DE LOS CHARROS NOS FORTALEZCA MAS,POR QUE ESO ES SEÑAL DE QUE VAMOS AVANZANDO!¡HASTA LA VICTORIA!
ResponderEliminarsoy esposa de un empresario y orgullosamente maestra disidente. el buen juez por su casa empieza sinceramente a los señores empresarios nada les importa la educación pública que les puede importar cuando ellos tienen a sus hijos en escuelas privadas para evadir impuestos, y eso si es que los pagan. les recuerdo que la mayoría de ustedes también fueron educados en una escuela pública. ahora ya sufren demensia al olvidar a donde estudiaron,mal agradecidos.ahora nos atacan nos culpan de todo. pregunto ¿y usted que ha hecho para que todo esto mejore? es muy fácil criticar, criticar en lugar de ayudarnos a contruir el MÉXICO que queremos. con salarios de hambre que tienen a los trabajadores no avanzamos,sin prestaciones no avanzamos,sin vivienda no avanzamos,con jornadas de trabajo de 12 horas no avanzamos,sin derecho a prestaciones no avanzamos,sin servicios médicos no avanzamos,sin guarderias para sus hijos no avanzamos, todo esto es lo que hacen los empresarios con la clase trabajadora. ustedes también están contribuyendo a la inestabilidad laboral señores empresarios.Por todo esto
ResponderEliminarestoy completamente convencida de nuestra lucha.
¡ni un paso atrás, ni un paso atrás!
UN PAÍS CORRUPTO DEBE REHACERSE.
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